Más de dos meses después de la brutal golpiza a un joven de 23 años y pese a contar con todos los elementos presentados, la familia de la víctima todavía espera por las acciones de la Justicia, que hasta aquí, muy poco resolvió en relación a lo ocurrido, donde pese a la solicitud del cambio de carátula desde el MPA, el Juez de Control Jorge Zurueta, aún no dio lugar a aquel pedido.
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Más de dos meses después de la brutal golpiza a un joven de 23 años y pese a contar con todos los elementos presentados, la familia de la víctima todavía espera por las acciones de la Justicia, que hasta aquí, muy poco resolvió en relación a lo ocurrido, donde pese a la solicitud del cambio de carátula desde el MPA, el Juez de Control Jorge Zurueta, aún no dio lugar a aquel pedido.
Los autores del ataque, tres personas según dijeron los familiares por dichos de los testigos, "todavía se pasean libres y sintiéndose impunes, provocando en todo momento", declararon.
Aquella jornada del 4 de febrero, estas tres personas golpearon brutalmente a un joven en una casa del barrio Malvinas de la capital. Aquel día, la víctima había ido a visitar a una amiga y participar de una reunión, cuando dos hombres ingresaron a la residencia y lo atacaron.
Uno de los agresores, expareja de la propietaria de la casa donde sucedieron los hechos, tenía por aquel entonces una restricción perimetral, la cual le prohibía llegar a la casa.
Sin embargo, esto no lo detuvo en ningún momento y luego de meterse por la fuerza a la vivienda, comenzó un brutal ataque al joven, que terminó con múltiples lesiones, heridas de arma blanca incluso y graves secuelas que al día de hoy lo persiguen.
Una vez que los dos hombres lo golpearon dentro de la casa y no conforme con esto, lo sacaron casi en estado de inconsciencia fuera de la residencia, donde fue agredido por una tercera persona, cuya identidad hasta el día de hoy se desconoce. Allí, recibió una brutal patada en la cabeza, que lo dejó en estado de inconsciencia tirado sobre la vía pública.
Tras la golpiza, los tres cobardes agresores se retiraron del lugar y la víctima, con ayuda de los testigos del hecho, logró dirigirse a la Seccional 32º donde radicó la denuncia, sin llegar a ser visto por el médico policial que solamente, denunciaron sus familiares, se limitó a pedir una fotografía del estado del joven.
Pero lejos de acabar la pesadilla, la tortura siguió para no solamente la víctima, sino para el entorno. Desde aquel día, buscan por todos los medios justicia.
Desde el primer momento, la causa fue caratulada como "lesiones leves". No se contempló el estado de gravedad del joven, las secuelas que aún hoy padece, el ataque con el arma blanca, la herida con dicho cuchillo y que el ataque fue perpetrado por tres personas, según indicaron los testigos de los acontecimientos. Esto, además, sin tener en cuenta que el principal agresor contaba con una restricción perimetral.
El calvario
La familia se entrevistó con los fiscales del MPA, quienes coincidieron en que la causa estaba mal caratulada. Sin embargo, les aclararon que aunque ellos ya pidieron este cambio para que los autores queden detenidos, la decisión final la tiene el juez.
"Ellos pasan por donde está mi hijo y uno vive a 50 metros", comentaron, aclarando que constantemente son víctimas de provocaciones. "Se creen impunes y por lo que demostró la justicia hasta ahora, parece que lo son", lamentaron los familiares.
