Ayer, día en que se recordó la lucha de las mujeres por la igualdad, trabajadoras municipales de La Quiaca decidieron movilizarse hacia la explanada de la iglesia de la ciudad, donde expresaron su malestar por las persecuciones que sufren a diario por parte de la actual gestión municipal. Acompañadas por el cura párroco de La Quiaca, Aníbal Zilli y el exintendente Dante Velázquez, solicitaron el acompañamiento del pueblo quiaqueño para terminar con la violencia laboral que llevó a que muchas de ellas fueran despedidas sin justa razón.
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Ayer, día en que se recordó la lucha de las mujeres por la igualdad, trabajadoras municipales de La Quiaca decidieron movilizarse hacia la explanada de la iglesia de la ciudad, donde expresaron su malestar por las persecuciones que sufren a diario por parte de la actual gestión municipal. Acompañadas por el cura párroco de La Quiaca, Aníbal Zilli y el exintendente Dante Velázquez, solicitaron el acompañamiento del pueblo quiaqueño para terminar con la violencia laboral que llevó a que muchas de ellas fueran despedidas sin justa razón.
Al respecto, Claudia, una trabajadora que llevaba 11 años en el municipio, explicó que desde la intendencia no se está respetando el estatuto municipal y se realizan despidos sin siquiera recibir sanciones previas o llamados de atención. “Yo soy madre soltera y le están quitando el sustento a mis hijos” dijo, añadiendo que “ni siquiera me dieron la oportunidad de expresarme o defenderme, simplemente nos dejaron cesantes sin pruebas de mal desempeño”.
A su vez, el Cura Párroco Aníbal Zilli, se puso a completa disposición de las trabajadoras y sus familias e indicó que “como cristianos nos solidarizamos con esta lucha porque lo que está pasando no está bien, no es justo”.
Por su parte, Dante Velázquez expresó que “en La Quiaca están sucediendo hechos ante los que tenemos que solidarizarnos, pero también llamar a la reflexión, a la empatía, a entender que los trabajadores y en este caso las trabajadoras municipales no son cosas, no se trata solo de contratos, estamos hablando de personas, quiaqueñas, familias completas que se ven afectadas por estas decisiones arbitrarias”.
“Es importante que se solucione este grave problema con madurez”, señaló el exintendente, remarcando a su vez que “debemos terminar con esta insensatez instaurada en los últimos años de que, con cada cambio de gestión, se persigue a los empleados municipales que no comulgan con las ideas del intendente de turno; tenemos que terminar con la idea de que cada funcionario que asume puede hacer o deshacer a su antojo, echando gente que lleva años trabajando para los quiaqueños”.
Finalmente, Velázquez refirió que “las trabajadoras municipales no se merecen este tipo de destrato,son una parte importante del funcionamiento del municipio”, al tiempo que solicitó que la actual gestión municipal deponga su actitud persecutoria y respete los derechos y garantías laborales.