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¿Cómo nace la idea de "Mate cocido"?
Nace de la propuesta del director de una radio, que me dice: "Marcelo, yo te escucho hacer 'Agitando pañuelos en Radio Nacional, 'El Orejano' en Radio Latina; 'El Trasnochador' -que es música romántica folclórica- en otra radio, ¿por qué no te animás a hacer un programa diario de lunes a viernes?". Comencé una prueba, y al final recontra pegó. Así nació "Mate cocido" que fue la conjunción de todos mis anteriores proyectos radiales. Primero fue en Radio Latina y luego, desde hace tres años, en Jujuy FM donde estoy actualmente.
¿Por qué tu pasión y tu llegada con el gauchaje y el folclore?
Yo nací en una cuna de tradiciones, que fue mi casa. Mi padre nos inculcó eso desde niños. Él ejercía la tradición como algo cotidiano. Yo desde siempre fui de la Asociación Gaucha de Bajo La Viña, como mi padre, que fue integrante de la comisión directiva.
¿Y cómo llegás a la radio?
Pasaron los años, y yo empecé a hacer radio por insistencia de un amigo, Ricardo Verazay, porque me decía que yo sabía mucho de las asociaciones y los eventos gauchos. Un día, estábamos en medio de una marcha de gauchos de Humahuaca a Orán, y en el trayecto de San Andrés a Naranjito, se me acerca él con el caballo y me dice: "Tengo una novedad para darte: empezás en septiembre en Radio Nacional". Y esto sucedió en los últimos días de agosto de 2001. Así que cuando llegamos a Jujuy, firmé el contrato, con la emisora bajo la dirección de Fernando Calvetti. Ese primer programa fue "Agitando pañuelos"
¿Cómo ves hoy la difusión y la conservación de las tradiciones, sobre todo en los más jóvenes?
Ahora cuesta mucho más la llegada al campo. Pero seguimos manteniendo esta transmisión porque hay muchos niños, niñas que llegan a las agrupaciones y nosotros les enseñamos y los guiamos para sumar gente de a caballo y tradicionalista.
La tradición es eso, transmitir de generación en generación, nuestras costumbres.
¿Cuál entendés que es el valor y la necesidad de mantener las tradiciones?
La de conservar lo nuestro. A nuestro país siguen llegando invasiones. Lo foráneo trata de tapar lo tradicional nuestro, y nuestro deber es tratar de que eso no suceda. Los programas radiales folclóricos con puntales para esto. No solamente el mío, sino todos los que hay en Jujuy. Lastimosamente tenemos que competir con las cosas que vienen de afuera.
¿Cómo lo hacés desde la radio?
Con los contenidos, hablando de la historia gaucha, de la Guerra gaucha, del "Martin Fierro", del "Segundo Sombra", poniendo música autóctona y auténtica, compartiendo vivencias de lo que se hace en fechas patrias, las efemérides de la historia y las de nuestro folclore, etc. Lo principal es el contenido.
¿Cuál es la estructura del programa?
Este año vamos a dar más espacio aún a las efemérides y vamos a continuar con el denominado "Correo musical", por el cual la gente pide los temas, y se los ponemos inmediatamente. También está el segmento de entrevistas a los grupos folclóricos.
¿En qué momento aparece el animador, en tu camino?
Un día que estábamos en Los Alisos, en una fiesta gaucha junto al relator de jineteadas Javier Cruz, habían faltado los animadores, y nos pidieron a nosotros que los cubramos. Fue en el Fortín Gaucho "Martín Fierro". Eso fue el inicio de algo, pero mi primer festival grande fue el Nacional del Tomate, de Fraile Pintado, donde me convocaron junto a grandes locutores de la zona, en el estadio Defensores. Esa primera edición fue para recaudar fondos para comprar una ambulancia.
¿Sentís que hay muchos músicos jóvenes que están haciendo folclore carpero y chaqueñada, con un estilo muy tradicional?
Lo carpero es lo que se hace con bandoneón, guitarra y bombo, y nació en las carpas acá en los valles, y la chaqueñada es lo que tiene que ver con el Chaco Salteño, y del Ramal para allá. Los Criollos por ejemplo hacen una mezcla de ambos; Los Forasteros del Chaco, hacen toda chaqueñada; Tati Domínguez se dedica más a lo vallisto, las coplas, la zamba, etc. O sea, la chaqueñada va por un lado y lo vallisto por otro. pero, ahora está de moda la chaqueñada, y la gente de los valles se volcó para ese lado. Yo critico eso, porque cantan chacareras nombrando el palo cruz (especie arbórea), y no lo conocen porque acá no hay, hay sólo en la zona del Chaco. Nos dejamos llevar por muchas cosas. Si vos vas al Chaco, nunca vas a escuchar una zamba o un bailecito, nada nuestro. Pero bueno, son las modas.
¿Te parece que es una moda?
Sí, la trajo el Chaqueño Palavecino, Pitín Salazar, Las Voces de Orán, que venían sostenidos por los vallistos. Lograron penetrar, gracias a la fama del Chaqueño. Igual, está bien, mientras sea folclore.
¿Y qué pasa con la identidad jujeña?
La estamos perdiendo. Definitivamente perdimos el yaraví, por ejemplo, y no nuestra generación, sino la anterior. Estamos perdiendo el bailecito, y hay que darle más fuerza a todo eso, de crear piezas con este ritmo, y que la gente las interprete, sobre todo los grandes cantores de nuestra provincia. De eso tratamos de encargarnos nosotros. Esa es la idea.
¿Qué te gustaría que pase con el folclore y las tradiciones?
Creo que al folclore le falta volver, a lo que era originalmente. Estamos interpretando folclore con instrumentos que no le corresponden, como las baterías. Igual, repito que prefiero esto, a que dejen de hacer folclore. Me gustaría que los grupos vuelvan a lo más original posible.
El folclore también tuvo revisiones y miradas que abrieron el debate, desde los movimientos sociales del feminismo, de la diversidad de género, etc, por su conservadurismo, ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Entiendo que las cuestiones personales, que tienen que ver con la elección sexual, no tienen que cambiarlo al folclore, porque el folclore viene de atrás, de hace mucho tiempo, es tradicional.
Lo que uno hace con su vida personal, no tiene por qué mostrarlo en un escenario. Es un pecado cambiar lo tradicional. Creo que hay que conservar algunas cosas, y los cambios deben respetar el origen. Si voy a bailar una zamba o una chacarera, que sea dentro de lo que fue el origen de esta danza. No tengo por qué distorsionar.
Tampoco soy partícipe de que la gente que hace folclore invite a otros géneros, como el rock o la cumbia, porque al revés no sucede. Artistas del rock o de la cumbia, no invitan a los del folclore a sus escenarios o festivales. Cada ritmo con su festival.