El sábado se produjo la detención de un hombre que se encontraba prófugo de la justicia desde hace más de 11 meses, luego de cargar un arma de fuego a su expareja y semanas después violar una medida de restricción perimetral.
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El sábado se produjo la detención de un hombre que se encontraba prófugo de la justicia desde hace más de 11 meses, luego de cargar un arma de fuego a su expareja y semanas después violar una medida de restricción perimetral.
El procedimiento se produjo en una vivienda del barrio Arenales de la capital jujeña y según el progenitor de la víctima, notó ciertas irregularidades no solo durante la investigación, sino en el operativo.
"Tomamos conocimiento que la expareja de hija Pablo Castellanos, estaba oculto en la casa de su hermana y de inmediato llamé a la policía. Los efectivos tardaron más de media hora en llegar al lugar y lejos de proceder a la detención, se pusieron a conversar con esta persona y uno de los oficiales se abalanzó sobre mí y me gritó para que me retire del lugar. Todo esto tengo registrado con mi celular, cuando el policía estuvo parado conversando más de 45 minutos con el hombre que debía estar esposado. El oficial se mostró muy hostil conmigo y con mi hija, que es víctima de violencia de género, atendió varias llamadas y le pasaba su teléfono para que el hombre, que estuvo prófugo más de 11 meses, conversara con alguien antes de ser trasladado", dijo Jorge Coria.
"Todo este tiempo viví con temor a ser asesinada, no puedo salir de mi casa por las amenazas que recibí, es una persona muy agresiva y tiene varias armas de fuego en su poder", le dijo a nuestro diario la víctima de estos violentos hechos.
Al respecto, el hombre que alertó a los efectivos policiales, también le dijo a nuestro diario: "presencié un procedimiento muy extraño, nunca presencié una situación en donde un policía dialogue con un prófugo, en lugar de cumplir de función de auxiliar de la justicia. A esta persona los policías no la buscaron nunca, yo tuve que hacer el trabajo y además filmar para que lo detengan, mientras mi hija no podía salir a la calle por temor. Esta persona siempre amenazó con matarme y hace lo que quiere porque es amigo del ministro de seguridad. A mí no me cabe dudas que Pablo Castellanos es amigo del ministro. Sin ir más lejos, esta persona fue trasladada al Cuerpo de Caballería y no a la Unidad Penal, donde debería estar una persona sumamente peligrosa, a menos que sea verdad todo lo que dice, que tiene muchos contactos en la fuerza policial", dijo a nuestro diario Jorge Coria.