Un año más en la historia del "Huayra Muyoj", que cierra de la mejor manera, con show, emociones, despedidas y promesas. Y el balance positivo de un año en el que pudieron volver a Europa.
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Un año más en la historia del "Huayra Muyoj", que cierra de la mejor manera, con show, emociones, despedidas y promesas. Y el balance positivo de un año en el que pudieron volver a Europa.
El fin de semana pasado, se presentó la edición 2023 del Festival del Niño y el Folclore, con el que la escuela de danzas que dirige el profesor Rodolfo Revollo, cierra el ciclo lectivo. Fueron dos funciones, los días sábado y domingo.
En esta oportunidad, volvieron al Teatro Mitre, después de doce años, y por eso el anfitrión del espectáculo fue el Fantasma del Teatro, interpretado por el profesor Pablo Almirón, que claramente además de las dotes para danzar, cuenta con otras para la actuación. Impecable en las noches del sábado y del domingo, fue presentando a los artistas en la primera parte del festival.
El Fantasma recordó los años en que el Huayra, bailaba todavía en sus instalaciones. Durante doce años, el encuentro se realizó en el Centro Cultural "Martín Fierro", donde también se sintieron muy a gusto. Pero ante un flamante coliseo, renovado y mejorado, que se reinauguró este año, había que volver a "estrenarlo".
En la pantalla del fondo del tablado, estaba diseñado un espacio donde con marcos antiguos se resguardaban imágenes en blanco y negro, videos de los cuadros que la academia realizaba desde sus inicios en este templo del arte jujeños, cuadros que se reeditan cada año renovando los conocimientos y el cariño por las tradiciones. Entonces el público podía hacer el parangón, de aquellos niños en la pantalla (que hoy son adultos y tienen a sus hijos y nietos en el Huayra), y los bailarines de hoy.
Un recurso que apeló a la nostalgia y a la valoración de la trayectoria.
El Fantasma fue contando la historia de cómo se conocieron con el Huayra, cuando "Mamita Acela" (como le decían cariñosamente a Camila Rebollo, fundadora junto con Pila Revollo), llegó por el teatro para pedir sala, después de su primera gira a Europa, allá por los '80. Recordemos que este año, el ballet "Huayra Muyoj", concretó su 16º gira por los festivales internacionales de Grecia, España e Italia.
Y llegó la hora de empezar a disfrutar del baile de excelencia, al que esta institución tiene acostumbrado al público jujeño.
La apertura fue con zamba y vals a cargo del ballet, y con el homenaje a Juana Azurduy desde la interpretación de las mujeres del elenco. Sin dudas, uno de los momentos más emotivos.
El Carnaval de Humahuaca es siempre uno de los más esperados, porque consiste en el debut de los pequeños de primer año en la escuela, que comparten la actuación con el ballet. Allí, los diablos carnavaleros invaden también el teatro, salen por los palcos, de atrás de las plateas, se sientan en la falda de la gente, y bailan, y corren sorprendiendo y alegrando.
Siguiendo con esta primera parte de la propuesta de este año, se reeditó la Leyenda del Niño y el Canario, con un elenco de niños muy pequeñitos; una oda a la chacarera; y el cierre con la Leyenda de las Boleadoras, donde la destreza es sin dudas la protagonista. Y un detalle no sólo los experimentados bailarines del ballet lucieron sus talentos con las boleadoras, sino también el bailarín más joven (de 3 años), nieto del director. Las miradas en el final cuando él salió, se depositaron ahí.
Jesús María
En la segunda parte se hizo una representación del Festival Internacional de Doma y Folclore, de Jesús María, provincia de Córdoba, uno de los más tradicionales de nuestro país.
Comenzó con el ballet bailando "Jesús María cantará", el himno del tradicional festival , y continuó emulando desde un palco, el momento de la doma, con relator y payador incluidos, y en el escenario los bailarines emulando a los jinetes con la coreografía y mucha destreza.
Y entre jineteada y jineteada en el imaginario campo, el conductor del festival (Denis Cruz), presentaba los cuadros de danza. Muy bien lograda propuesta, con algo de humor, y mucho de actuación, para poner sobre el tapete lo que realmente mueve al Huayra, que es la danza.
En la danza, se presentaron ritmos de La Pampa, Santiago del Estero, Corrientes, Salta y el tango de Buenos Aires.
Y los bailarines que emularon a los jinetes, representaban a Río Negro, Entre Ríos, Jujuy y Buenos Aires.
El cuadro de tango y milonga, se lleva también las ovaciones, por las piruetas y el estilo de proyección que también llevaron a Europa.
Y reafirmando la idea de que el "Huayra Muyoj" es una familia, que no sólo hace alusión a que está coordinada y promovida por una familia de sangre numerosa de bailarines, todos profesores (los Revollo), sino también a las distintas generaciones de bailarines que pasaron al cabo de los más de cincuenta años de la academia, que luego llevaron a sus hijos y a sus nietos para que sigan la tradición.
"Uno no es Huayra por un tiempo, sino que se es parte toda la vida", explicó el locutor, sobre lo que siempre predican sus responsables, y el final del espectáculo 2023, fue con una gran prueba de eso.
Bailaron zambas y chacareras, decenas de ex Huayras. Sí, con un par de mensajes de texto y grupo de Wathsapp, se convocó a todos los egresados de la escuela, que fueron parte del ballet y alguna vez viajaron a Europa representando a Jujuy y al país, a sumarse bailando.
Y en el final de esta edición del festival, se hizo la despedida a Gabriela Revollo del ballet. Se retira, pero no se separa, puesto que sus dos hijos ya forman parte de la institución, y seguramente seguirá colaborando con sus padres y hermanos en este emprendimiento cultural y familiar. Gaby pasó en este fin de año, al grupo de los ex Huayra, esos mismos que bailaron con tanta alegría y cadencia, en el final del show.