El notario conocido en la Argentina comúnmente como escribano, es el profesional de derecho encargado de ejercer la función pública consistente en recibir, interpretar y dar forma legal a la voluntad de las partes, redactando los instrumentos adecuados a ese fin, confiriendo autenticidad a los documentos y garantizando la seguridad jurídica.
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El notario conocido en la Argentina comúnmente como escribano, es el profesional de derecho encargado de ejercer la función pública consistente en recibir, interpretar y dar forma legal a la voluntad de las partes, redactando los instrumentos adecuados a ese fin, confiriendo autenticidad a los documentos y garantizando la seguridad jurídica.
Los escribanos aconsejan a las partes de manera independiente e imparcial, si bien su función es delegada por el Estado, el notario no es un funcionario público, ni se encuadra jerárquicamente en la Administración Pública, es un profesional cuya actividad se desenvuelve en el ámbito privado.
Hoy en día el escribano interviene en una gran cantidad de actos jurídicos de la vida cotidiana, autorizando los mismos, la compra o venta de un inmueble (una casa, un lote baldío, un departamento), la compra o venta de un automotor, la donación de una propiedad de los padres a sus hijos, la suscripción de un testamento por acto público, cesiones de derechos hereditarios, autorizaciones de menores para salir del país, autorizaciones para conducir un vehículo determinado y certificaciones de firma en instrumentos privados entre otros.