Aníbal Lotocki "nunca estuvo autorizado para ser cirujano" e incluso tras quedar inhabilitado por la justicia a raíz de la denuncia por lesiones graves que le entablaron cuatro expacientes -entre ellas, Silvina Luna- siguió atendiendo y realizando procedimientos médicos en su casa de Olivos, provincia de Buenos Aires. Por eso un abogado lo denunció esta semana por ejercicio ilegal de la medicina.
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Aníbal Lotocki "nunca estuvo autorizado para ser cirujano" e incluso tras quedar inhabilitado por la justicia a raíz de la denuncia por lesiones graves que le entablaron cuatro expacientes -entre ellas, Silvina Luna- siguió atendiendo y realizando procedimientos médicos en su casa de Olivos, provincia de Buenos Aires. Por eso un abogado lo denunció esta semana por ejercicio ilegal de la medicina.
El abogado Roberto Casorla Yalet, autor de la denuncia, explicó este martes en el programa "A la Barbarossa" que Aníbal Lotocki "tiene una matrícula nacional que solo le permitía realizar actividad médica no quirúrgica" y que "nunca estuvo autorizado para ser cirujano" porque "tenía que hacer una serie de residencias y trámites para lograr la autorización".
"Incluso lo hizo luego de estar inhabilitado por la Justicia", sentenció el abogado en referencia a la condena a cuatro años de prisión por lesiones graves a cuatro pacientes entre las que se encontraba la actriz y modelo Silvina Luna, quien falleció el 31 de agosto pasado por los problemas de salud producto de una mala praxis de Lotocki, quien en 2011 le había producido una intoxicación de metacrilato que derivó en un cuadro de hipercalcemia e insuficiencia renal.
Para Casorla Yalet, Aníbal Lotocki "se va a seguir riendo de nosotros con este nivel de impunidad" tras verlo sonriente por la calle en la zona de Olivos donde ahora estaría atendiendo pacientes sin estar siquiera habilitado como médico.
La semana pasada agentes de la Dirección General de Aduanas (DGA) incautaron en la frontera con Paraguay insumos que se utilizan en tratamientos estéticos que carecían de los avales aduaneros y sanitarios y en cuya caja figuraba como destinatario Diego Lotocki, que "sería el hermano de Aníbal Lotocki".
Diego Lotocki intentó ingresar al país con un envase de telgopor que contenía 30 ampollas con una sustancia utilizada para lifting facial, de marca Israderm, y una jeringa con ácido hialurónico, marca Sofiderm; los productos eran de origen israelí y "carecían de los avales aduaneros y sanitarios necesarios para su importación en forma legal".
"Justamente, la importación de este tipo de mercadería requiere el aval de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), sin el cual su importación está prohibida", explicaron desde la DGA.
La importancia de esta certificación radica en que de esta manera "se garantiza que los productos que entrarán en contacto con en el cuerpo de las personas sean seguros y cumplan con los estándares que aplica la autoridad sanitaria; así, la falta de intervención de la ANMAT respecto de los productos constituye una infracción al Decreto 1490/92".