El amor y el compromiso van de la mano cuando se quiere lograr metas difíciles, especialmente aquellas en las que el diálogo no es hablado y las muestras de cariño se afianzan a través del alma, de los gestos, de las acciones, que en este caso deben ser reiteradas, porque la necesidad es muy grande.
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El amor y el compromiso van de la mano cuando se quiere lograr metas difíciles, especialmente aquellas en las que el diálogo no es hablado y las muestras de cariño se afianzan a través del alma, de los gestos, de las acciones, que en este caso deben ser reiteradas, porque la necesidad es muy grande.
Sandra y Melina son dos miembros activas del Grupo "Luna", una organización que se dedica a rescatar perros de la calle sin contar con un espacio físico y sin ningún tipo de apoyo, incluso debiendo tener que soportar que en muchas oportunidades sean maltratadas por vecinos que solamente están pensando en dañar al animal, sea ajeno o propio.
"Hace cinco años que estamos con el grupo, tratando de ayudar a todos los perritos que necesitan protección, ya sea física, porque los encontramos lastimados, o también de cariño y ni hablar de la alimentación; la gente es realmente muy mala", dijo Sandra, que en ese momento se quiebra e irrumpe en llanto, que es sentido, profundo, de dolor e impotencia. "Los vecinos de esta cuadra, donde tenemos cuidando una perra y un perro, que es el hijo, ya nos amenazaron diciendo que o sacamos estos perros de la calle (Toquero) o los van a matar".
"Todo es muy difícil en el barrio", agregó. El Tribuno de Jujuy, que entrevistó al presidente del centro vecinal, sabe a lo que se refiere Sandra por la venta de droga, y los consumidores son todo un peligro no solo para los perros incluso para las personas, pese a la existencia de la Subcomisaría del barrio San Francisco de Álava.
"Nosotros tenemos muchos perritos rescatados que pudimos dar en adopción, pero para ellos debemos afrontar los gastos de un veterinario, de la compra de antiparasitarios y los alimentos que consumen. Y para lograr eso nosotros vendemos rifas, ropa usada, cosas dulces que elaboramos nosotros. Debemos aclarar que no contamos con veterinarios en la organización, mucha gente nos llama pensando que tenemos veterinarios que no nos cobran, pero no es así", aclaró Melina mientras acaricia la cabeza del perro.
"Estos animalitos fueron abandonados por sus dueños, que debieron mudarse porque no pagaban el alquiler de su casa y no los llevaron. Hoy ambos están castrados, son sumamente sociables y de tamaño mediano, por eso es que necesitamos que algunas familias, que deseen cuidarlos, se acerquen a nosotros para entregárselos", remarcó la joven.
Una vez repuesta del mal momento vivido, Sandra comentó que "todos nos piden un perro chiquitito, peludito, que no ladre, que no moleste, para eso se compran un peluche. A la gente le cuesta brindar amor y hacerse cargo de un perrito implica, por sobre todas las cosas, brindarle mucho amor, debe pasar a ser un miembro más de la familia".
"Nosotros tenemos casos que vienen, adoptan cachorros y a los tres meses te llaman para decirte que no los quieren. Nosotros tuvimos dos perras rescatadas de la calle y entre las dos parieron quince cachorros, y por suerte y gracias a Dios los pudimos dar en adopción; lo único que le pedimos es que deben castrar a los seis meses las hembras y al año a los machos, cosa de terminar con el abandono", acotó.
Finalmente expresaron que "tenemos muchos perritos de más de un año y esos son más difíciles de que los adopten".
