Del 3 al 8 de mayo se recordó el Día mundial del asma. Se busca crear conciencia con el lema "Cerrar brechas en la atención del asma" ya que si bien no se puede curar, es posible controlarla para reducir y prevenir los ataques de asma, episodios o exacerbaciones. Se plantea que hay lagunas en la atención del asma que requieren intervención para reducir el sufrimiento y los costos incurridos por el tratamiento del asma no controlada. Argentina tiene una incidencia del 10% en la población y Jujuy tendría lo mismo.
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Del 3 al 8 de mayo se recordó el Día mundial del asma. Se busca crear conciencia con el lema "Cerrar brechas en la atención del asma" ya que si bien no se puede curar, es posible controlarla para reducir y prevenir los ataques de asma, episodios o exacerbaciones. Se plantea que hay lagunas en la atención del asma que requieren intervención para reducir el sufrimiento y los costos incurridos por el tratamiento del asma no controlada. Argentina tiene una incidencia del 10% en la población y Jujuy tendría lo mismo.
Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (Aamr) estiman que 1 de cada 3 pacientes todavía no logra controlar adecuadamente su asma, porque sigue con síntomas o experimenta crisis.
Al respecto, el neumonólogo Ariel Solis explicó que "es clave que la gente conozca más del asma porque es una enfermedad tanto en infancia como en adultos que si bien no tiene cura, hoy disponemos de medicación para controlarla y de nuevas estrategias, porque tiene una gran variabilidad de síntomas que la pueden acompañar".
Planteó que si bien el diagnóstico es clínico, las personas pueden estar experimentando síntomas de manera muy sutil sin saber que es asmático. Los síntomas característicos son silbidos en el pecho, la sensación de falta de aire, a veces opresión en el pecho, por lo que hace que deban ser evaluados.
"La estrategia a nivel mundial es tratar de que haya mayor manejo para el control de síntomas respiratorios del asma porque es una enfermedad crónica. Si bien hay pacientes con asma grave, las estrategias son tan difundidas y efectivas, sería una tristeza que un paciente no esté controlado por síntomas de asma", afirmó.
Sostuvo que el que se usa de frecuentemente en pacientes respiratorios, "no es una estrategia válida para controlar el asma. Hoy se utilizan los corticoides que es la estrategia más efectiva", dijo. Recomendó a los pacientes que lo usan consultar a su médico para que acceda a nuevas estrategias para poder tener una mejor calidad de vida. Planteó que en Argentina la de asma es del 10%, y aunque en Jujuy no hay estudios, se estima que es similar.
Brechas actuales
El Día Mundial del Asma está organizado por la Iniciativa Global para el Asma (Gina) ONG colaborativa de la Organización Mundial de la Salud fundada en 1993. Según Gina, las brechas actuales en la atención del asma incluyen desigualdad de acceso al diagnóstico y tratamiento, medicina, entre el cuidado de diferentes grupos socioeconómicos, étnicos y de edad entre comunidades y países ricos y pobres.
También las hay en la comunicación y la atención; en la comunicación y la educación proporcionada a las personas con asma; calidad de los planes de atención del asma vs. desconocimiento de la enfermedad.
Además, entre la concientización entre proveedores de atención médica en la priorización entre el asma y otras condiciones a largo plazo; entre prescribir inhaladores y monitorear la adherencia y la capacidad de usar estos dispositivos.
Es clave implementar recomendaciones basadas en evidencia científica, un desafío en el mundo porque no todas las soluciones locales son aplicables globalmente y las recomendaciones globales pueden no ser aplicables localmente.
Impacta en la productividad
En el mundo, casi 340 millones de personas viven con asma. Debido a que compromete más a la población activa de la sociedad, se estima que genera ausentismo escolar en el 60% de niños asmáticos y una pérdida de productividad laboral promedio del 35%. Si bien mejoró en las últimas dos décadas, hay mucho por hacer. Es una enfermedad crónica que provoca inflamación y estrechamiento de las vías que conducen el aire a los pulmones. Los síntomas habituales son falta de aire, sensación de pecho cerrado, tos y silbidos; pueden manifestarse varias veces al día o a la semana y empeorar durante la actividad física o por la noche.