Un sereno de 34 años fue hallado sin vida dentro de su lugar de trabajo y la principal hipótesis que manejan los investigadores es que se trataría de un homicidio y el fiscal solicitó la autopsia.
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Un sereno de 34 años fue hallado sin vida dentro de su lugar de trabajo y la principal hipótesis que manejan los investigadores es que se trataría de un homicidio y el fiscal solicitó la autopsia.
Según las fuentes que fueron consultadas por nuestro diario, el hecho se registró ayer en horas de la mañana, en el loteo San Pablo del barrio La Loma de nuestra ciudad capital, cuando un llamado al sistema de emergencias 911 alertó a los efectivos sobre el macabro hallazgo.
El médico policial, una vez que constató el deceso, remitió las actuaciones al fiscal del Ministerio Público de la Acusación, quien solicitó que se practique la autopsia y que la División de Homicidios se hiciera cargo del expediente.
Es que el cuerpo del hombre presentaba hematomas en distintas partes del cuerpo y tenía una profunda herida en el cráneo, pero no se pudo constatar qué día habría sido atacado el hombre.
La víctima fue identificado por la Policía como Pablo Alejandro Maigua Palacios (34), quien se desempeñaba como sereno de una inmobiliaria en el predio ubicado detrás de una supermercado mayorista.
Por otra parte, nuestro diario pudo saber que la principal hipótesis que persiguen los investigadores es que se trataría de un homicidio en ocasión de robo, porque de la investigación preliminar se desprendió que había algunos elementos de valor faltantes en el obrero donde fue hallado el cuerpo de Palacios Maigua.
Las mismas fuentes que fueron consultadas por nuestro diario permitieron saber que la autopsia del cuerpo se realizaría en las próximas horas en la Morgue del Poder Judicial del barrio Alto Comedero.
Los investigadores además se entrevistaron con los propietarios del predio, para establecer los turnos que la víctima cumplió durante el último fin de semana y los efectivos del Departamento de Informática del MPA analizarán el teléfono celular del hombre de 34 años, para establecer con quién tuvo contacto las horas previas a su muerte.