Por WALDO CHAYLE
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Por WALDO CHAYLE
El terremoto es uno de los fenómenos naturales más terribles, debido principalmente a que ocurren en una forma repentina e inesperada y por su capacidad de destrucción. Las primeras descripciones de terremotos fueron realizadas por los chinos desde hace aproximadamente 780 años antes de la Era Cristiana.
Desde el comienzo, hicieron especulaciones sobre el origen de los terremotos, hubo leyendas como el caso de los japoneses o filósofos que manifestaban, por ejemplo, que en el interior de la tierra existían monstruos o grandes corrientes de aire. Con el paso del tiempo, la investigación y más información, se fue entendiendo la naturaleza de estos fenómenos.
Existen descripciones de grandes terremotos que afectaron en diferentes regiones del planeta, alguno de ellos son en 1908 en Messina (Italia) un terremoto causó 120.000 víctimas; en 1755 en Lisboa (Portugal) causó la muerte de 60.000 a 100.000 personas; en Japón en el año 1926 murieron alrededor de 100.000 personas; y en 2011 un terremoto alcanzó una magnitud de 9.1 en la escala de Richter, con olas de 40 metros de alto, fallecieron 15.800 personas. De este modo, existe una larga lista de regiones afectadas por terremotos.
Los temblores del suelo, provocados por la liberación brusca de energía en el interior de la Tierra, se conocen como terremotos, sismos, seísmos o movimientos telúricos, cualquiera de los nombres son válidos. El término seísmo es más utilizado en España. Terremoto y sismo tienen igual significado, pero en el lenguaje popular y en diferentes regiones se denomina sismo cuando provocan poco daño y son de baja magnitud y dejan el nombre de terremoto para los que provocan más daño y de mayor magnitud. El lugar donde se origina la liberación de energía puede tener diferentes profundidades, desde superficiales hasta más de 300 kilómetros de profundidad.
Cuando ocurre un terremoto en el fondo oceánico, se pone en movimiento una gran cantidad de agua acompañada con grandes olas. Este fenómeno se denomina maremoto. Los maremotos también pueden ser provocados por la erupción de volcanes en los fondos oceánicos, meteoritos, derrumbes en las costas o en el fondo marino y explosiones de gran magnitud.
El término de tsunami fue creado por los japoneses para referirse a las grandes olas o elevado nivel de agua que avanza sobre las costas provocando daños. Actualmente la expresión es utilizada en todas partes del planeta. Hasta el día de la presente fecha, no es posible predecir el instante de ocurrencia de un sismo. En el caso de maremotos es posible conocer el momento del terremoto y calcular el tiempo que las olas tendrán para llegar hasta las costas y ese es el tiempo que tiene la población para definir alguna acción.
Hoy se conoce que los terremotos de mayor magnitud y más destructores están relacionados a la "tectónica de placas" y se denominan "tectónicos". También están los "volcánicos", relacionados a la actividad de un volcán, pero no son catastróficos como los tectónicos. Otros casos son los "deslizamientos" cuando una parte del cerro o ladera se desliza. Igualmente generan sismos los hundimientos, ocurren cuando el suelo se hunde como consecuencia de una excavación natural en el interior de la tierra. La actividad del ser humano puede provocar sismos, por ejemplo, explosiones, colapsos de galerías subterráneas.
Con los nuevos conocimientos y tecnología es posible la prevención, por ejemplo, construcciones adecuadas, planificación territorial y concientización de la población. Actualmente existe gran disminución en el número de víctimas y daños materiales. Todos los países no disponen de recursos económicos para afrontar la prevención, por lo tanto algunas regiones sufren las consecuencias de los terremotos.
