Conocido el fallecimiento de la destacada dirigente del justicialismo de Jujuy Salma Haidar, el presidente del Partido Justicialista, Rubén Armando Rivarola expresó su "profundo dolor, la gran pena de todo el peronismo de Jujuy. Salma fue una de esas dirigentes y militantes ejemplares, que vamos a extrañar cada día más. No sólo fue una gran compañera, que a pesar de haber ejercido cargos importantes, como ministra de Bienestar Social, secretaria de estado, titular de la delegación Jujuy del Comité Federal de Radiodifusión, jamás hizo ostentación de sus logros y por el contrario, cultivó un perfil bajo que sólo las almas más grandes pueden mostrar. Y siempre se mantuvo al lado de la gente, al servicio de los más humildes".
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Conocido el fallecimiento de la destacada dirigente del justicialismo de Jujuy Salma Haidar, el presidente del Partido Justicialista, Rubén Armando Rivarola expresó su "profundo dolor, la gran pena de todo el peronismo de Jujuy. Salma fue una de esas dirigentes y militantes ejemplares, que vamos a extrañar cada día más. No sólo fue una gran compañera, que a pesar de haber ejercido cargos importantes, como ministra de Bienestar Social, secretaria de estado, titular de la delegación Jujuy del Comité Federal de Radiodifusión, jamás hizo ostentación de sus logros y por el contrario, cultivó un perfil bajo que sólo las almas más grandes pueden mostrar. Y siempre se mantuvo al lado de la gente, al servicio de los más humildes".
"Tendremos que recordar de Salma, que fue además una visionaria y una pionera en la defensa de los derechos de la mujer. Fue la fundadora de la agrupación "Sujeto y Predicado" que se consagró a luchar por abrir espacios de género a las mujeres, en la política, en el sindicalismo, en la administración. Cuando era impensable lo que hoy es una realidad, Salma Haidar, peleaba por generar y sembrar esa conciencia en la sociedad. Y su lucha, hoy muestra los frutos y los logros", recordó. "Finalmente, debo decir, que nuestra compañera, compatibilizó su tenaz militancia política dentro del Movimiento Nacional Justicialista, con sus convicciones religiosas musulmanas, algo que gracias al profundo amor y constancia que la guiaba, terminó de enaltecer su personalidad ejemplar. Me toca despedirla y elevar una oración de gratitud por su trabajo de toda su vida, y acompañar a su familia en este difícil trance, pidiendo a Dios, de todas las maneras en que se lo conciba, que la reciba en su casa y le dé el descanso y la felicidad eterna que merece".