En los primeros cinco meses del año, el consumo de carne vacuna en la Argentina fue, en términos anualizados de 45,3 kilos por habitante, el más bajo de la historia “desde que existen estadísticas para la Cadena”, dice un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea.
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En los primeros cinco meses del año, el consumo de carne vacuna en la Argentina fue, en términos anualizados de 45,3 kilos por habitante, el más bajo de la historia “desde que existen estadísticas para la Cadena”, dice un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea.
El trabajo, del economista Nicolás Torre precisa además que en el segundo trimestre del año la industria frigorífica tuvo una fortísima reducción, del 11,2% del nivel de faena.
“En una mirada regional, considerando la faena acumulada para 2021, se observa una desmejora significativa de la actividad para la industria frigorífica ubicada en el interior del país: Córdoba, Cuyo, Santa Fe”, dice el documento, elaborado en base a información de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación.
Torre señala además que las causas de la actual situación podían entreverse ya en 2020, cuando se perdieron 560.000 vacas-vientre, “, lo que se tradujo en un factor alcista de la hacienda durante los últimos trimestres, y por consiguiente de la carne bovina al mostrador (+75% mayo/mayo)”.
En ese período, añade, “el salario apenas ha subido un 38%, lo que se tradujo en una marcada caída del consumo per cápita de carne bovina, estimado en 45,3 kilos por habitante para primeros 5 meses de 2021.
Las cambiantes políticas sectoriales para la cadena bovina, como el cierre y la posterior apertura parcial (al 50%) de las exportaciones están detrás de la caída del consumo y de la producción, que para los primeros cinco meses del año se tradujo en una reducción del 5,6% en el nivel de faena.