POR LIGIA DIONE MIRALLES, [email protected]
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Nosotros los seres humanos, en gran parte de las ocasiones, necesitamos tener la sensación de que controlamos los acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor.
Sin embargo, en un momento como el actual, es imprescindible asumir que hay situaciones que escapan al control e incluso a la racionalidad, y que, por tanto, no dependen de uno mismo. Por ello, es recomendable que centralicemos la mayoría de nuestros esfuerzos tanto en aceptar esta sensación de incontrolabilidad como en poner el foco de atención en aquellas situaciones sobre las que sí tenemos capacidad de acción y decisión. Es importante en estos momentos recibir el apoyo y el cariño de las personas que son afectivamente importantes para nosotros, ya sean familia, pareja o amigos.
Poder expresar cómo nos sentimos, y reforzar los vínculos que ya tenemos nos hace sentirnos más cerca. Existen múltiples formas de hacerlo sin que sea presencial. Muchas veces, una llamada o videollamada resulta muy beneficiosa a la hora de manejar los momentos de angustia o tristeza. En cierta manera, todos hemos podido vivir en algún momento con una situación de incertidumbre y la hemos podido manejar de manera más o menos satisfactoria. Sin embargo cuando lo que se produce es una situación que escapa totalmente de nuestro control y que puede afectarnos en el mismo momento tanto a nivel laboral, como familiar y personal, como es el caso de la pandemia que estamos viviendo, la incertidumbre puede ser extremadamente angustiosa. Aprender a vivir con ella es muy difícil, ya que nos genera sensaciones incómodas como ansiedad, miedo, preocupación, nos paraliza e incluso puede llegar a causarnos depresión. Si bien es cierto que no podemos eliminarla de nuestras vidas, sí que podemos aceptarla y manejar mejor las sensaciones que nos genera.
Finalmente, ante la incertidumbre, tenemos que tener en cuenta lo siguiente: abrazarla como relato de la realidad y no como algo a combatir; practicar la proximidad, estar cerca de nuestros afectos y de la gente de la forma que sea posible; hay que mantener la calma, no desesperarse, pensar y tener en cuenta los recursos de los que disponemos. Dejemos de sentirnos atrapados por nuestros pensamientos y emociones y trabajemos diariamente para aceptarlas o ponerles freno, agarrar las riendas de nuestra vida y sentirnos nuevamente libres. Namasté. Mariposa Luna Mágica
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