"Yo nena, yo princesa" adapta cinematográficamente el libro "Yo nena, yo princesa: Luana, la niña que eligió su propio nombre", escrito por Gabriela Mansilla, la madre de Luana en el que relata todos los obstáculos que tuvo que sortear para apoyar a uno de sus hijos mellizos quien nació varón, pero apenas supo hablar se identificó con lo femenino. El filme de narración clásica y factura correcta muestra la travesía de esta madre desesperada quien entre médicos y psicólogos no logra encontrar los motivos del sufrimiento de uno de sus chicos, hasta que descubre que es una niña trans e inicia una pelea encomiable para hacer respetar su identidad de género y la rectificación de su DNI. Eleonora Wexler y Juan Palomino ofrecen notables interpretaciones y también se destaca Isabella G. C, una niña trans en el rol protagónico. Asimismo, forman parte del elenco Valentino Vena, Valentina Bassi, Lidia Catalano, Mariano Bertolini y Paola Barrientos.
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"Yo nena, yo princesa" adapta cinematográficamente el libro "Yo nena, yo princesa: Luana, la niña que eligió su propio nombre", escrito por Gabriela Mansilla, la madre de Luana en el que relata todos los obstáculos que tuvo que sortear para apoyar a uno de sus hijos mellizos quien nació varón, pero apenas supo hablar se identificó con lo femenino. El filme de narración clásica y factura correcta muestra la travesía de esta madre desesperada quien entre médicos y psicólogos no logra encontrar los motivos del sufrimiento de uno de sus chicos, hasta que descubre que es una niña trans e inicia una pelea encomiable para hacer respetar su identidad de género y la rectificación de su DNI. Eleonora Wexler y Juan Palomino ofrecen notables interpretaciones y también se destaca Isabella G. C, una niña trans en el rol protagónico. Asimismo, forman parte del elenco Valentino Vena, Valentina Bassi, Lidia Catalano, Mariano Bertolini y Paola Barrientos.
Independientemente de sus convencionalismos visuales y estéticos, la película tiene el claro objetivo de visibilizar y concientizar sobre un tema donde los prejuicios están a la orden del día y apunta también a desestabilizar y cuestionar los saberes instituidos que a veces pueden hasta rayar en la crueldad.
¿Por qué le interesó hacer esta película?
Me conmueven las historias que tienen un grado de utilidad, que hacer un aporte desde lo social. Me parece que esta es una historia que merece y debía ser contada por estar basada en hechos reales y por corresponder al proceso identitario de nuestra cultura, de nuestro momento, de nuestro tiempo. Aquí hay una oportunidad de poder incluir. Y cada vez que hay una posibilidad así hay que abrazarla.
¿Qué me puede contar del proceso de investigación?
Lo llevé adelante de manera personal, no solamente con el libro de Gabriela Mansilla, que es un mapa vastísimo y descriptivo de las memorias que vivió la familia con su experiencia, sino con el material enorme que podemos encontrar en las redes y en las noticias. Pero nada de eso me fue suficiente porque necesitaba conocer en directo con los involucrados y tener contacto íntimamente con su sensibilidad, sus dolores, sus búsquedas, sus necesidades, sus carencias, lo que esperan, lo que dejaron atrás, lo que les pasó. Y gracias a la generosidad de Luana y de su mamá y de toda la familia completa tuve la oportunidad de entender todo lo que acabo de describir. Sumado, además a corroborar de cuerpo presente que no hubo manipulación infantil de ninguna índole sino que por el contrario lo que aquí sucedió fue parte de la condición humana que no describe este autor y director sino que están incluidos en las declaraciones de la Organización Mundial de la Salud en donde reconocen quitando como han quitado en el año 2010 de la categoría de "perversión" a la transexualidad, incluyendo de esa manera entendimiento sobre la diversidad de la condición humana. A esto se le agrega también el recorrido transitado con alrededor de 30 actores que se sumaron a la tarea, hemos ensayado profundamente de una manera teatral para construir los vínculos y así poder estar a la altura de las circunstancias buscando la verdad de lo que sucedió y aportándole metáforas e imágenes para poder darle un recorrido amable a semejante drama que tiene aún hoy una invisibilidad y una discriminación que ya no merece seguir existiendo.
¿Cómo fue el trabajo con la niña protagonista?
Mi trabajo con la minoridad siempre se basa en jugar, en realizar mi tarea con un espíritu lúdico que nos sientan qué es un trabajo sino un disfrute y me trazo ese objetivo con todo el equipo para que tengan ganas de volver al día siguiente, es parte de la estrategia del buen trato que tiene que haber en cualquier trabajo, pero con la niñez tiene que ser más notoria esta situación de disfrute y principalmente porque "Yo nena, yo princesa" cuenta con la participación singular y especialísima de una niña trans por primera vez en la historia de la cinematografía mundial, por lo cual ella ya había transitado todo este proceso identitario que transitó Luana en su momento hace unos años atrás, por lo tanto en algunos momentos para la pequeña actriz era muy movilizante decir, sentir, ver algunas cosas que podían llevarla hacia atrás a momentos que le habían producido dolor, por lo tanto me ocupé antes que nada de poder certificar y entender que ella podía entrar y salir de esas situaciones de manera indemne y cuando ella tenía esa confianza que nada le iba a pasar porque se toque alguna cuerda que alguna vez le produjo dolor, yo sabía que íbamos a lograr el resultado. Trabajamos a partir de la premisa de proteger al ser por sobre cualquier otra necesidad y así ella logró confianza y pudimos transitar con verdad las necesidades del arco dramático de la película.
¿Qué lectura pudo hacer sobre la recepción del filme hasta ahora?
Estamos recibiendo comentarios que son enormes de felicidades. Hay muchas familias que se están permitiendo llevar este tema a sus casas, a sus mesas, hemos recibido mensajes de personas que no sabían que su hijo trans podía exceder al DNI (la ley en la Argentina existe hace 10 años y hay familias que todavía no los sabían) o hay gente que a partir de la emoción que la película les produjo ahora piensan y reflexionan sobre la inclusión. Por lo cual la sensación de utilidad del trabajo cinematográfico de ficción como herramienta de cambio está dando resultados mucho más altos de lo esperado y con la satisfacción además que están las salas llenas en todos los lugares de Argentina en donde se está presentando la película en este momento, hemos superado en cuatro días, los 8.000 espectadores. Así que estamos muy contentos con los resultados que estamos teniendo
¿La mamá de Luana y Luana vieron la película? ¿Cuáles fueron sus reacciones?
Cuando yo terminé de escribir el guion fui a su casa para poder leerles la película y que estuvieran de acuerdo porque no podía privilegiarse ninguna forma de ego porque aunque es una adaptación cinematográfica está llena de búsquedas emocionales y necesidades. Eso las emocionó muchísimo y esta emoción perdura aún hoy porque la película es honesta en esta búsqueda de la verdad. Y tanto Luana como su mamá como todo el arco familiar, están realmente muy felices porque el filme muestra sus vidas y la epopeya de esta madre. Esta es una cadena de valentías que comienza con Luana y su autopercepción y que sigue con una madre que sabe escuchar, y un grupo familiar que supo contener y abrazar la diferencia. Y hasta una producción que se animó a filmar en el peor momento sanitario de la humanidad. Así que nos enorgullece poder generar un contenido audiovisual que también tenga utilidad de nuestros tiempos.
La película está hecha para todo público, ¿puede servir para hacer un recorrido por escuelas, por ejemplo, apuntando a concientizar?
Sí, el filme fue catalogado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales como una película ATP (Apta para todo público) y declarada "De Interés Educativo" por el Ministerio de Educación de la Nación, por lo tanto el círculo virtuoso que va a tener luego de las salas tal vez tenga que ver con ser parte integrante de la ESI (Programa Nacional de Educación Sexual Integral) o puede ser parte integrante de lo que sea necesario para lograr dejar de discriminar a un sector de nuestra sociedad que lo merece. Pensemos que el 1% de la personas trans llega a la vejez, la mayoría de las personas trans se suicidan o son asesinadas en un promedio de los 35 años de edad por no encontrar espacio, por no conseguir trabajo, por no acceder a un documento que se corresponda con su identidad, por no conocer los alcances de derechos que tienen las leyes en nuestro país y que están haciendo replicadas en todo el mundo. Sí, nuestra fantasía es que esto continúe y que nuestra película, llevada a cabo por un equipo de más de 400 personas, pueda replicarse para que las infancias y las personas trans dejen de ser maltratadas.
