Nadie está preparado para ver cómo el fuego consume todo el trabajo y esfuerzo que construyó durante años. Ningún productor o florista está listo para, de un día para el otro, ver que los colores que irradiaban sus flores, plantines y especias se conviertan en cenizas. Y que las paredes de sus puestos luzcan de color negro profundo en plena luz del día. Tampoco imaginaron empezar su día laboral entre rejas y chapas quemadas. "Me quedé sin nada, de a poquito estoy armando mi puesto. Que Dios ilumine a la gente que nos está ayudando", expresó la vendedora Ramona Toro, quien desde hace 40 años se dedica y vive de este rubro. Todavía cargando con la angustia y tristeza por haber perdido todo, aprovechó la entrevista para agradecer la ayuda que recibieron los vendedores afectados por parte de floristas y productores de Las Pampitas, como del Paseo de las Plantas.
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Nadie está preparado para ver cómo el fuego consume todo el trabajo y esfuerzo que construyó durante años. Ningún productor o florista está listo para, de un día para el otro, ver que los colores que irradiaban sus flores, plantines y especias se conviertan en cenizas. Y que las paredes de sus puestos luzcan de color negro profundo en plena luz del día. Tampoco imaginaron empezar su día laboral entre rejas y chapas quemadas. "Me quedé sin nada, de a poquito estoy armando mi puesto. Que Dios ilumine a la gente que nos está ayudando", expresó la vendedora Ramona Toro, quien desde hace 40 años se dedica y vive de este rubro. Todavía cargando con la angustia y tristeza por haber perdido todo, aprovechó la entrevista para agradecer la ayuda que recibieron los vendedores afectados por parte de floristas y productores de Las Pampitas, como del Paseo de las Plantas.
"Sólo queremos trabajar y recuperar lo que perdimos", dijo entre lágrimas otra vendedora que prefirió mantenerse en el anonimato. Estos son algunos testimonios que representan la desolación después de sufrir cuantiosas pérdidas, tras el voraz incendio que se registró la madrugada del sábado en el Paseo de las Flores, ubicado en calle Iguazú, frente a la exterminal de ómnibus.Y es que, además de la preocupación que persiste entre 14 de los 32 vendedores, cuyos puestos fueron afectados por el fuego, ayer El Tribuno de Jujuy corroboró que este hecho generó que surja de forma inmediata una respuesta de solidaridad entre ellos mismos. Se donaron flores, se prestaron algunos baldes y ayudaron a limpiar las ruinas de sus precarios puestos. Además de refacciones y asistencia para que puedan volver a tener sus fuentes laborales, los comerciantes pidieron mayor seguridad, ya que el incendio, según las primeras investigaciones, fue provocado por varios malvivientes, de los cuales dos están detenidos. También se supo que cada puestero sufrió pérdidas de entre 40 y 50 mil pesos, lo que se agudiza el complicado escenario que venía atravesando el sector en pandemia..
LA VENDEDORA MARÍA PÉREZ CONFÍA EN QUE “TODO MEJORARÁ”
“Temía que me saquen”
Mientas acomodaba algunos plantines en los tachos que le prestaron otros vendedores, María Pérez expresó que le afectó mucho ver todo lo que se llevó el fuego en su local. Sin embargo, confía en que todo mejorará y tiene las expectativas puestas en empezar de nuevo y con optimismo. “Ahora estoy un poco mejor, yo temía que me saquen de aquí. Trabajo hace más de cincuenta años en la calle y trece en el Paseo de las Flores. Algunos colegas me donaron flores. Estoy agradecida por todo. Estoy tratando de empezar de nuevo”, dijo.
Perdió todas sus flores
MÓNICA PAREDES SOSTUVO QUE SE ESTÁ “RECUPERANDO DESPACIO”
Desde hace cuatro años, Mónica Paredes trabaja en el Paseo de las Flores. Por estos días está al frente de su local con tachos prestados, donde ubica algunas plantas que le donaron floricultores y otras pocas que pudo comprar.
Antes del feroz incendio, recordó que solía tener desde flores artificiales, naturales, hasta herramientas para armar hermosas coronas. “Vamos recuperándonos despacio. Mis mesas, sillas, flores, todo desapareció, quedé con una mano atrás y otra adelante”, lamentó la vendedora.
DOMINGA SALAZAR TRABAJA DESDE HACE 30 AÑOS EN EL PASEO DE LAS FLORES.
Subsistir por la donación
Dominga Salazar trabaja desde hace varios años en el Paseo de las Flores. De una forma muy amable y tranquila la vendedora brindó unos minutos de su tiempo para contar a El Tribuno de Jujuy cómo intenta superar la pérdida de sus productos a causa del incendio. Señaló que por ahora está “tirando” con las flores y los baldes que le han donado algunos vendedores. “Estamos empezando recién, también seguimos esperando que nos vengan a arreglar, porque eso es lo que nos han dicho de la Municipalidad. Estamos tratando de tranquilizarnos”, sostuvo la vendedora. También dijo que el Paseo es como su segundo hogar, donde solía estar casi todo el día. “Mucha gente nos ha ofrecido colaboraciones. Estamos esperando que nos arreglen el puestito para seguir trabajando. También pedimos mayor seguridad, porque estamos dejando las flores a la intemperie”.
Esperan reparación de puestos afectados
GENARO CONDORÍ, DELEGADO
En cuanto al trabajo de asistencia que recibirán los vendedores del Paseo de las Flores, se supo que el municipio ya realizó los relevamientos de los puestos afectados y se encuentran consiguiendo los materiales para la reparación, a fin de ponerlo en las condiciones que se encontraban anteriormente. El delegado Genaro Condorí sostuvo que hasta el momento no tienen conocimiento de cuándo se realizarán las refacciones. Dijo que el presidente del Concejo Deliberante, Lisandro Aguiar, les había anunciado que el cuerpo tenía previsto sancionar alguna norma que habilite para que el municipio les otorgue subsidios a los damnificados, que les permitan reiniciar sus emprendimientos. Cabe mencionar que los feriantes siguen trabajando en sus puestos, cumpliendo con las normas de seguridad correspondientes.
Piden una pasarela para poder acceder al Paseo
Por otro lado, las personas que asisten al paseo solicitaron a las autoridades municipales la posibilidad de construir una pasarela que haga más accesible el lugar a las personas con alguna discapacidad motora o adultos mayores, a quienes les resulta dificultoso subir las escaleras y desean que todos puedan recuperarse