"No podemos aguantar más cierres", "no llego a fin de mes", "necesito mantener los sueldos de mis empleados", "aunque la situación sanitaria esté complicada hay que trabajar". Estas fueron algunas de las expresiones de los propietarios de comercios que ayer, pese al anuncio del retorno a la fase 1, decidieron abrir sus locales. De hecho, durante la mañana el Gobierno dio marcha atrás al cierre de ese sector y habilitó la apertura.
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"No podemos aguantar más cierres", "no llego a fin de mes", "necesito mantener los sueldos de mis empleados", "aunque la situación sanitaria esté complicada hay que trabajar". Estas fueron algunas de las expresiones de los propietarios de comercios que ayer, pese al anuncio del retorno a la fase 1, decidieron abrir sus locales. De hecho, durante la mañana el Gobierno dio marcha atrás al cierre de ese sector y habilitó la apertura.
"Hemos tomado la determinación de continuar con la apertura de las actividades comerciales en los barrios, obviamente respetando estrictamente el protocolo y trabajando también con todos los rubros que tiene el comercio", dijo el ministro de Producción Exequiel Lello Ivacevich, tras mantener una reunión con directivos de la Cámara de Comercio. Si bien la medida alcanza a todas las localidades que se encuentran en zona roja en la provincia, desde el Gobierno aclararon que los COE municipales podrán acatar o no la medida o delimitar el alcance.
Cabe recordar que durante el informe del COE la noche del domingo, se anunció que la capital jujeña y Palpalá durante siete días volvían a la cuarentena estricta, eso implica que sólo estarían habilitadas las actividades esenciales como supermercados, comercios de cercanía, oficios y profesiones liberales.
Fuerte bocinazo en contra
Luego de la medida dispuesta, un grupo de comerciantes autoconvocados se manifestó con un bocinazo en la zona céntrica y en la plaza Belgrano en contra del nuevo cierre.
El Tribuno de Jujuy hizo ayer un relevamiento por la zona céntrica observando que algunos comercios sí habían abierto sus puertas, la mayoría estaba siendo atendida por los propietarios, quienes temían que sus trabajadores pudieran ser multados si eran interceptados en algún control de circulación.
Mientras tanto, se observó que varios locales gastronómicos estaban brindando servicio a los clientes, algunos ubicaron las mesas al aire libre y otros atendían adentro de las instalaciones, manteniendo el distanciamiento social y cumpliendo con el protocolo de bioseguridad. Sin embargo, algunos comercios que no abrieron sus puertas lucían en sus vidrieras carteles con la frase "Necesitamos trabajar, cerrar no es una opción".
Asimismo, el movimiento de transeúntes en la zona fue más notorio que en los barrios, se observó a varias personas proveerse de alimentos en los supermercados y otros ingresando a casas de indumentaria y marroquinería.
Omar Guerber, integrante de la Cámara de Comercio, sostuvo que "no se aguanta más la situación, necesitamos abrir. Hay muchas deudas que seguir pagando y no tenemos recursos".
En una casa de venta de zapatos en calle Alvear, la propietaria abrió a tempranas horas. Estela Fernández expresó que le parecía errónea la medida del cierre. "Tenemos que pagar sueldos e impuestos, no recibimos ningún tipo de ayuda, si cerramos nos morimos de hambre".