Tras el anuncio del Gobierno provincial de habilitar zonas amarillas en el marco de la fase 1 de la cuarentena, las librerías escolares comenzaron a trabajar luego de un largo parate. En abril habían habilitado la atención pero frente a la aparición de nuevos casos por coronavirus debieron cerrar nuevamente. En este sentido, las ventas cayeron entre un 60 y 90 por ciento, según encargados y vendedores consultados por nuestro diario durante una recorrida realizada ayer en la zona céntrica.
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Tras el anuncio del Gobierno provincial de habilitar zonas amarillas en el marco de la fase 1 de la cuarentena, las librerías escolares comenzaron a trabajar luego de un largo parate. En abril habían habilitado la atención pero frente a la aparición de nuevos casos por coronavirus debieron cerrar nuevamente. En este sentido, las ventas cayeron entre un 60 y 90 por ciento, según encargados y vendedores consultados por nuestro diario durante una recorrida realizada ayer en la zona céntrica.
Y es que son varios los factores que afectan al rubro, por un lado se debe a que al no haber clases presenciales la demanda bajó fuertemente y también como estuvo restringida la circulación de personas, estos comercios no pudieron vender. A ello se suma el hecho de que es difícil abastecerse de mercadería que, en su mayoría, llega de la provincia de Buenos Aires. Esta pandemia también trajo importantes remarcaciones en productos que son importados, según pudo registrar este diario, algunos aumentaron entre un 10 y 30 por ciento.
Mientras tanto, al igual que muchas otras actividades, las librerías se tuvieron que reinventar para atraer el consumo, por lo que ofrecen sus productos a través del sistema online y disponen de números telefónicos para llevar los artículos puerta a puerta. En tal sentido, podría llegar a mejorar este panorama tan desalentador en el sentido de que se han comenzado a presentar padres con las listas escolares para comprar los útiles para sus hijos.
Asimismo a diferencia de otros sectores golpeados fuertemente por la crisis, los consultados apuntaron que les cuesta afrontar los gastos de impuestos pero, por ahora, pueden mantener las fuentes laborales.
Tras continuar relevando la zona céntrica y algunas avenidas que conectan los barrios, se pudo observar que varios negocios dedicados a la venta de útiles escolares, por lo menos ayer, no brindaron atención. Mientras que en otros locales se lucía en sus puertas el número telefónico para solicitar delivery y diferentes promociones.
Demanda de juegos de mesa
"La venta bajó hasta un 90 por ciento en librería", señaló Silvia Cabana, vendedora de un local ubicado sobre calle Güemes. Agregó que desde el mes de marzo, algunos productos llegaron a subir su precio hasta un 30 por ciento, señalando así que durante los primeros meses, la demanda empezó a mejorar pero que no cumplían con las expectativas de ventas . "Algunos clientes vienen a reponer hojas o llevar productos que les hace falta, pero ya no compran la misma cantidad", dijo.
Ante este contexto de aislamiento dijo que en el sector de juguetería, se observó que varios padres buscan proveerse de juegos de mesa y artículos artísticos. Mientras tanto a diferencia de otros negocios, la vendedora apuntó que en el mes de marzo fue la última vez que clientes se acercaban a comprar con la lista de útiles. Por otro lado, remarcó que por la crisis, debieron reducir las jornadas de los trabajadores pero que se mantienen los puestos laborales.
Algunos aún compran con lista
Sobre la calle Güemes se encuentra un negocio dedicado a la venta de artículos de librería escolar y de bazar. Por lo que se pudo observar durante la mañana ayer, varios clientes se acercaban para consultar sobre útiles escolares. Una de las encargadas le dijo a nuestro diario que a mediados de enero la venta de estos productos fue favorable hasta que tuvieron que cerrar las puertas a raíz de la pandemia.
Luego, en el mes de abril “abrimos unos días y tuvimos que cerrar de nuevo. Ahora que volvimos a la actividad, se observó que se acercan varias personas a comprar lapiceras, hojas, gomas, plasticolas, reglas, lápices de colores, crayones, boligoma, tijeras, repuestos de dibujo, block de hojas y cuadernos”, sostuvo la vendedora Silvina Carrizo.
Llevan menos cantidad
Asimismo mencionó que por ahora los clientes no suelen comprar la misma cantidad, por ejemplo, pasaron de llevar 12 lapiceras a 6 unidades.
Pocas ventas
Mientras que todavía hay algunos padres que se acercan al comercio con lista de útiles. “Algunos precios de los productos se mantienen y hay otros que subieron hasta un 10 por ciento”, señaló la vendedora al reconocer que son muy pocos los artículos de librería que se venden y esperan que la situación mejore con esta medida de flexibilización.
Alternativa para ahorrar en útiles
En otra librería ubicada en la calle Necochea el panorama es un poco más crítico. El encargado Oscar Humacata sostuvo que días previos al inicio de las clases se trabajó bien y en marzo, como varios sectores, se vieron obligados a tener que cerrar las puertas y cortar la venta de temporada escolar. Por la situación económica, dijo que la venta llegó a bajar entre un 60 y 70% aproximadamente y recordó que a mediados de abril volvieron a la actividad pero no lograron un repunte de las ventas.
Descuentos
Asimismo indicó que algunos productos de marcas importadas llegaron a subir un 30 por ciento su valor, por ejemplo lápices, bolígrafos, entre otros. “Pero más allá de eso estamos ofreciendo promociones y ofertas. Estamos con todos los productos artísticos con un 10% de descuento, en su momento teníamos todo lo que es portafolios, mochila con un 15% de descuento.
Tratamos de tener promociones para que el cliente también pueda ahorrar un poco en cuanto a útiles”. Por último, dijo que como muchos comercios se encuentran en la lucha constante de afrontar los gastos de impuestos y servicios. “Por ahora estamos tratando de cubrir los impuestos que no perdonan ni esperan” dijo al momento de agregar que pese a la delicada situación que atraviesan “se mantienen los puestos laborales”.