El coronavirus continuaba ayer su alarmante avance en Estados Unidos, África y América Latina, mientras 300.000 personas tuvieron que ser aisladas en la segunda ciudad de Australia para contener uno de los tantos rebrotes de una pandemia que ya infectó a más de 10 millones de personas y causó la muerte de más de medio millón. Estados Unidos registró 44.766 casos de coronavirus y 1.277 muertes en las últimas 24 horas, según los datos de la universidad Johns Hopkins, en medio de un avance imparable de la enfermedad que obligó a una veintena de estados a frenar o revertir sus reaperturas.
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El coronavirus continuaba ayer su alarmante avance en Estados Unidos, África y América Latina, mientras 300.000 personas tuvieron que ser aisladas en la segunda ciudad de Australia para contener uno de los tantos rebrotes de una pandemia que ya infectó a más de 10 millones de personas y causó la muerte de más de medio millón. Estados Unidos registró 44.766 casos de coronavirus y 1.277 muertes en las últimas 24 horas, según los datos de la universidad Johns Hopkins, en medio de un avance imparable de la enfermedad que obligó a una veintena de estados a frenar o revertir sus reaperturas.
En Nueva York, el gobernador del estado, el demócrata Andrew Cuomo, arremetió ayer otra vez contra el presidente Donald Trump por haber minimizado al principio la gravedad del coronavirus, le pidió que admitiera que se equivocó y que use de una vez el tapaboca. Con los nuevos contagios, el país más golpeado por la pandemia alcanzó más de 2,65 millones, mientras que las muertes acumuladas ya son 127.681, de acuerdo con la base de datos de Johns Hopkins.
En la región, donde Chile anunció ayer la extensión por siete días más de todas las cuarentenas aún en medio de una baja en la cantidad de contagios, el gobierno de Brasil prorrogó por otros 30 días la medida que restringe la entrada al país de extranjeros de cualquier nacionalidad, aunque con algunas excepciones. Así lo señala una resolución publicada el martes en una edición extraordinaria del Diario Oficial, que llegó un día después de que la Unión Europea (UE) oficializara que no incluyó a Brasil, como tampoco a Estados Unidos ni a Rusia, en su lista de países considerados “seguros”, a los que les abre desde hoy sus fronteras.
Según el último boletín del Ministerio de Salud de Brasil, el segundo país más castigado por la pandemia después de Estados Unidos, ya registraba cerca de 1,4 millón de casos confirmados y de 60.000 muertes, con 1.280 fallecidos en el último día, informó la agencia de noticias EFE. Las restricciones, en vigencia en Brasil desde fines de marzo, no se aplicarán a migrantes residentes en el país, profesionales extranjeros en misión diplomática, humanitaria o de un organismo internacional, tampoco a pasajeros cuyo destino final sea otra nación, ni a extranjeros que tengan cónyuge o hijo brasileño.
Por otra parte, el gobernador del estado brasileño de Santa Catarina, Carlos Moises, contrajo Covid-19, informó en sus redes sociales, un día después de que el alcalde de Manaos fuese internado por la enfermedad, y resulta el octavo de los 27 gobernantes regionales del país en dar positivo. Además de Moises, son siete gobernadores más (de un total de 27) los que contrajeron Covid-19 en el último tiempo. Ecuador, otro país de la región castigado por el virus, adoptó ayer nuevas medidas en el proceso de salida gradual del confinamiento iniciado en junio con el objeto de reactivar en parte la destruida economía, pero en Quito se mantendrán algunas excepciones.
Durante los 27 días en que la capital entró en semáforo amarillo, el incremento de infectados ascendió al 71% al pasar de los 3.842 contagios el 3 de junio a 6.571 ayer, lo que significa un promedio de 103 nuevos casos confirmados, mientras que en el semáforo rojo la cifra promedio era de 81, informó el diario local El Comercio. Pero la pandemia no da tregua en ningún rincón del mundo. En Melbourne, Australia -uno de los países que había anunciado que tenía bajo control al virus-, 300.000 personas se preparan para una cuarentena total de un mes.
En África, que alberga a 54 países y 1.300 millones de habitantes, los contagios confirmados sobrepasaron los 400.000 y las muertes ya son más de 10.000, según datos del organismo de salud de la Unión Africana (UA). Egipto y Sudáfrica son los países que registran más fallecidos, con 2.953 y 2.657 respectivamente, según las últimas cifras oficiales. En Sudáfrica, además, los contagios superan los 150.000, con 6.945 nuevos casos reportados ayer por las autoridades sanitarias. Este crecimiento de la curva de contagios se produce mientras muchos países africanos -que habían impuesto estrictas medidas de restricción de movimiento, confinamiento y toques de queda durante meses- empiezan a reabrir sus economías para tratar de mitigar sus desplomes.
Es el caso de Egipto, que reabrió sus aeropuertos, el Museo Egipcio de El Cairo y las pirámides de Giza, en un intento por revivir la industria turística. En Europa, algunos estados que integran la UE abrieron ayer sus fronteras a 15 países externos al espacio de libre circulación Schengen mientras que otras mantienen las restricciones impuestas a principios de marzo para frenar los contagios de coronavirus. Australia, Argelia, Canadá, Corea del Sur, Georgia, Japón, Marruecos, Montenegro, Nueva Zelanda, Serbia, Tailandia, Túnez, Uruguay y Ruanda son los elegidos para esta reapertura gradual de fronteras, a tres meses del primer cierre limítrofe masivo en la historia de la Unión Europea. En el caso de China, la entrada queda sujeta al principio de reciprocidad.
Determinan tregua
Después de más de tres meses de negociaciones, el Consejo de Seguridad de la ONU alcanzó ayer un acuerdo y aprobó una resolución que apoya el pedido del secretario general António Guterres de una tregua mundial durante la pandemia. Hasta ahora, la división entre Estados Unidos y China -enfrentados por la gestión y los orígenes de la pandemia- había hecho imposible la aprobación del texto, que finalmente salió adelante gracias a una nueva versión de compromiso impulsada en los últimos días.
La resolución fue aprobada por unanimidad y reclama un “cese de las hostilidades general e inmediato” en todos los conflictos que figuran en la agenda del Consejo de Seguridad y llama a las partes a facilitar una tregua humanitaria de al menos 90 días para que todas las personas puedan protegerse y tratarse en medio de la pandemia. El texto, sin embargo, deja claro que la tregua no se aplica a las operaciones militares contra grupos considerados terroristas. Los grupos considerados por los miembros del Consejo de Seguridad como terroristas son: el Estado Islámico, Al Qaeda o el Frente al Nusra, una antigua filial de Al Qaeda en Siria.