Con una impronta destacada y la inconfundible voz que acompañó a generaciones de oyentes de LW8; no podía dejar ser parte de este festejo, la mujer que fue uno de los pilares fundamentales para este medio local de llegada masiva.
inicia sesión o regístrate.
Con una impronta destacada y la inconfundible voz que acompañó a generaciones de oyentes de LW8; no podía dejar ser parte de este festejo, la mujer que fue uno de los pilares fundamentales para este medio local de llegada masiva.
Y es que todo comenzó el 6 de junio de 1970, una tarde que sería inolvidable para Maru Fascio, que -sin saberlo en ese entonces- pasaría a ser la pionera y primera conductora oficial de LW8 AM630, al inicio del día. Es así que cuando el reloj marcó las 6 a.m. un día después, su voz llena de calidez y sensibilidad, logró romper el silencio de la emisora ubicada en avenida Dr. Horacio Guzmán al 400. Esa misma voz que marcó un estilo propio y que dejó claro que comenzar el proyecto antes soñado, había sido indiscutiblemente con el pie derecho.
"Antes de empezar este camino, el día anterior al día del periodista en el año 1970, se programó una cena en la que participaron directivos. Fue conducida por nada más ni nada menos que Héctor Larrea. Allí anunciaron la inauguración de LW8 como un medio naciente y la enorme responsabilidad de darme al abrir el primero de muchos ciclos radiales", recordó Maru Fascio, con orgullo sostenido y quién en esa oportunidad, contaba sólo con 18 años de edad.
Ser parte de la radio, le ofreció múltiples caminos a seguir. Ella eligió siempre el mismo; el de perfeccionarse permanentemente para evolucionar. "Trabajar en la radio me posibilitó crecer, compartir con los grandes. Se me dio la oportunidad de conocer y aprender, desde luego, a Hugo Conde, Ricardo del Cerro, 'Chacho' Pérez Paz y 'Chela' Benavidez, entre muchos colegas más que supieron ser guías de mi carrera" comentó.
LW8 como emisora en sus primeros tiempos era armada de manera "casi" artesanal. En ella abundaban las tandas publicitarias en vivo, glosas y música. Mucha música.
"Antes recuerdo que era lindo usar el lenguaje muy formal y en cuanto a los temas musicales, era muy particular el trato porque la gente tenía que conocerlo y quién era el autor. Con esto te digo que el marco del trabajo en radio era muy serio y no nos podíamos salir del libreto, era muy estructurada" relató.
Con los años, la emisora que abarca todo Jujuy y parte de Salta, fue ampliamente reconocida como nexo social de excelencia o como puente de enlace para trasmitir mensajes.
La radio comenzó también su carrera para ser un recurso indispensable de servicio hacia la comunidad toda, un medio respetado por una audiencia atenta a las novedades.
"Les dábamos mucha importancia a los mensajes porque eran necesarios. Sobre todo para las comunidades más alejadas. Me pasó de tener que avisar a los alumnos de la escuela de Alonso, por ejemplo, que se suspendían las clases porque tenían que caminar mucha distancia hasta sus clases, pero dicho esto en el momento justo y gracias al alcance de la radio, llegaba a tiempo y ya se convertía en una herramienta social muy útil" recordó.
Cincuenta años pasaron de un medio que revolucionó la era de la comunicación desde que nació en tierra jujeña.
Hoy en plena era digital, gobernada por las redes sociales; la historia sigue con vientos a favor de las nuevas tecnologías que marcan significativamente los pasos a seguir en la actualidad. Sin embargo, hoy al igual que ayer, la radio sigue siendo ese medio noble que tiene seguidores fieles a su modo de comunicar. Es decir, la esencia sigue siendo la misma, aunque el mensaje ya no se espere con la ansiedad de antes, sino que llegue segundos después de ser pensado por una inmediatez que hoy ganó la partida.
Maru destacó que tiempo atrás todo era muy elaborado y los equipos de trabajo se esforzaban muchísimo. "Lo que nos daba la radio era identidad que con el tiempo y las tecnologías se fue perdiendo" expresó. Mucho se habla de la magia de la radio. Y es verdad, pues sin querer, se activaba la imaginación de la gente.
Ese "no saber" que causaba cierta curiosidad sobre cómo eran las personas con las que tantas mañanas, tardes o noches compartían del otro lado del dial.
"Realmente estoy muy agradecida a LW8 porque he pasado mi vida en sus instalaciones, mi función como locutora y animadora me permitió desenvolverme convencida de que todo es un servicio para y por el oyente. A ellos y a la empresa todo mi respeto" finalizó.
.
.