Necesidad de un héroe
inicia sesión o regístrate.
Necesidad de un héroe
Pierre Donadou Quispe nos aseguraba que no todas las versiones del Quijote de la Mancha decían que estuviera loco, como lo decía Cervantes, y el padrecito opinó que si alguien comienza su aventura a los cincuenta, un poco loco debe estar. Perón empezó su andar político más o menos por la misma edad, nos informó el comisario Pierro en tono lacónico y no dijo más.
Pero hay otra diferencia mayor en la versión que yo escuché, nos dijo Pierre Donadou. Ustedes recordarán que la más conocida le adjudica su locura a la tanta lectura de libros de caballería, de moda por aquellos años. Si, dijo Blanca mientras servía una segunda vuelta de café, es como si uno se creyera Sherlock Holmes de tanto ver series de detectives.
Algo así, dijo Pierre, pero el caso es que en el escrito original dice que la causa fue otra, y Blanca, meneando la cabeza, lo interrumpió para decir que seguro que le echa la culpa a una mujer. Y no a cualquiera, dijo Pierre Donadou, sino a la famosa Dulcinea. Según me contaron, ella vivía a pocas casas de la del Quijote.
Y se llamaba Alfonsa Lorenza, dijo el comisario pero Pierre lo corrigió: eso se dijo después para desprestigiarla y desprestigiar al héroe. Ella era muy bonita y no era proqueriza como nos cuenta Cervantes, aunque las mujeres bellas y jóvenes no necesitan ser princesas para enloquecer a los caballeros, dijo.
Según yo sé, dijo Donadou, andaba un día don Quijote paseando sin nada que hacer cuando le escuchó decir que necesitaba un héroe. Eso, dicen, fue todo lo que necesitó escuchar.
.
.
.