A sólo unos días de la vuelta a las aulas para los alumnos de séptimo grado y quinto y sexto año del nivel secundario, los docentes aseguran estar sobrecargados de obligaciones que no están contempladas en el estatuto docente.
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A sólo unos días de la vuelta a las aulas para los alumnos de séptimo grado y quinto y sexto año del nivel secundario, los docentes aseguran estar sobrecargados de obligaciones que no están contempladas en el estatuto docente.
Desde el próximo lunes las clases presenciales serán optativas hasta el 18 de diciembre para los alumnos de 7º grado del nivel primario y 5º y 6º del nivel secundario, mientras que el resto de los grados y cursos tendrán un esquema de revinculación con actividad física y arte, que iniciará el 16 de noviembre. Además, se determinó que en la provincia no habrá notas ni promoción automática. Hasta el 4 de diciembre se realizará la acreditación de saberes y en caso de no alcanzarlos tendrán tutorías hasta el inicio del ciclo lectivo 2021.
Tras el anuncio de estas medidas aún nada se ha dicho de cómo se aplicarán y cuáles son las directivas para los docentes; en el caso de los docentes primarios se contemplaría una jornada de 3 horas y la hora restante está contemplada para continuidad de las clases online. Sin embargo, para el nivel secundario el panorama es diferente porque los docentes trabajan por hora cátedra y aún no conocen ninguna directiva si deberán cumplir todas las horas en modalidad presencial o un porcentaje de ellas.
Al respeto, Mercedes Sosa, referente de la Corriente Sindical Marina Vilte, indicó que hay mucha incertidumbre sobre el regreso a las aulas. "Aún no nos han llegado las disposiciones para efectivizar la vuelta a clases y estamos a la espera. Tampoco tuvimos novedades sobre la provisión del abono docente y Begup para los alumnos. Al parecer vamos a tener que dictar clases presenciales y virtuales al mismo tiempo", dijo.
Dijo que otra preocupación es la provisión de elementos de limpieza porque los que llegaron a los establecimientos son escasos y no permitirían cumplir con el protocolo establecido.
"Son siempre los docentes los que tienen que afrontar los cambios, buscarles la vuelta a las cosas mientras el Estado no cumple con su rol. Cuando es el Estado el garante de que la educación llegue a los alumnos", dijo.
Para Mercedes Sosa los docentes están a esta altura del año "súper explotados, ya que deben seguir atendiendo a los alumnos de forma online, y ahora también con clases presenciales y asistir a reuniones semanales obligatorias denominadas CPC, que son Consejos de Profesores por Curso, que tienen el propósito de evaluar la adquisición de aprendizajes. Son horas que no te pagan si vas, pero sí te las descuentan si no estás en ellas", graficó Sosa.
El protocolo
Aquellas instituciones que van a retomar la actividad presencial tendrán que tener agua potable, jabón, alcohol en gel y cestos de basura.
La llegada y la salida de los estudiantes no será como antes. No habrá un único horario para todos y habrá distintos turnos para entrar y salir.
Estudiantes, docentes, auxiliares, personal administrativo y todo el que asista a la escuela deberá tener un tapabocas o barbijo durante el tiempo que permanezca en la institución. Los únicos exceptuados serán los niños de nivel inicial.
En los pasillos, baños, patios y otros espacios comunes, el distanciamiento obligatorio será de 2 metros. En las aulas, con tapabocas y lavado de manos, será de al menos 1,5 metros.
El tradicional recreo quedará en el recuerdo. Según el nuevo protocolo buscarán que haya un turno específico para cada grado para evitar la interacción entre los cursos y amontonamiento.