Con una misa, recordarán hoy a los ocho trabajadores que perdieron la vida en el trágico incendio que se desató en un sector de la planta fabril de Ingenio La Esperanza, lamentable hecho que, hace un año, enlutó el corazón de la provincia toda.
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Con una misa, recordarán hoy a los ocho trabajadores que perdieron la vida en el trágico incendio que se desató en un sector de la planta fabril de Ingenio La Esperanza, lamentable hecho que, hace un año, enlutó el corazón de la provincia toda.
De acuerdo a lo expresado por directivos del sindicato azucarero, se oficiarán una misa en horas de la mañana, será una ceremonia íntima, en la que estarán presentes familiares de los trabajadores fallecidos, junto a autoridades de la empresa y del sindicato. El oficio religioso es para pedir por el eterno descanso de Orlando “Toti” Iglesias, Julián Bedoya, Dionisio Eliseo Casasola, Alberto Julio Sandoval, Carlos Omar Marcano Urbina, Hugo Roberto Molina, Severino Rodríguez y Diego Armando Ibarra.
Transcurría la tarde de aquel 20 de noviembre del 2019, cuando una violenta explosión que se registró en el sector de destilería sacudió a la localidad azucarera, desatando un verdadero caos en toda la comuna. A partir de ese momento, se sucedieron varias explosiones, envolviendo en llamas a diferentes sectores del complejo industrial, arrasando con la vida de ocho trabajadores. Fueron ocho largos días de búsqueda incesante de trabajadores desaparecidos, de dolor, de lágrimas, de incertidumbre, de muchos interrogantes frente a tan grande tragedia.
Entre los testimonios más impactantes que recuerdan los vecinos que residen frente a la fábrica, está del momento exacto del siniestro, al que describen como un gigantesco hongo de humo que se levantó tras la primera explosión y la imponente llama que se alzó desde el mismo centro. Luego se sucedieron otras explosiones desatando el voraz incendio, que además provocó estallidos continuos, reduciendo a cenizas todo el sector. Fue ardua la labor del personal de bomberos, del servicio de sanidad y voluntarios que se acercaron a brindar ayuda.
A un año de la tragedia, la emblemática empresa azucarera se levantó de las cenizas, para seguir apostando al trabajo, al presente y el futuro, honrando de esta manera, a aquellos que ofrendaron su vida, para verla prospera y perpetuada en el tiempo.