Para la población es clave tomar medidas de prevención, evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones.
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Para la población es clave tomar medidas de prevención, evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones.
Paralelo a eso evitar que los roedores entren o hagan nidos en las viviendas; tapar orificios en puertas, paredes y cañerías.
Realizar la limpieza de pisos, paredes, puertas, mesas, cajones y alacenas con una parte de lavandina cada nueve de agua, dejar 30 minutos y enjuagar. Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
Colocar huertas y leña a más de 30 metros de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 metros alrededor del domicilio.
Ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados: viviendas, galpones. Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo húmedo antes de ingresar o mascarilla respiratoria.
Tener especial cuidado en la puesta en marcha de ventiladores y de aparatos de aire acondicionado cuyos filtros o conductos puedan haber tenido contacto con polvo contaminado, roedores o excretas de estos. De tener que realizarlos, cubrirse con una mascarilla.
Al acampar hacerlo lejos de maleza y basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua potable.
Si se encuentra un roedor vivo: usar veneno para roedores o tramperas para capturarlo, no intentar tocarlo o golpearlo. Consulte en el municipio si se dispone de un servicio de control de plagas.
Si se encuentra un roedor muerto: rociarlo con lavandina junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar al menos 30 minutos. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 centímetros de profundidad o quemarlo.
Las personas que presenten síntomas de la enfermedad deben concurrir rápidamente a un establecimiento de salud para la consulta y evitar el contacto estrecho con otras personas.
Para los equipos de salud y el personal es importante observar precauciones estándares durante toda la estadía hospitalaria del paciente y además aplicar precauciones para transmisión de gotitas, aislamiento individual, restricción de visitas, uso de guantes, barbijo quirúrgico y lavado de manos. Si se hacen maniobras de alto riesgo como traqueotomía o la incubación, utilizar medios adicionales de protección, barbijo y protección ocular.
En los equipos de salud
Las precauciones para el traslado de los pacientes con sospecha de hantavirus deben ser tomadas tanto cuando el traslado sea realizado de un centro a otro de mayor complejidad, así como cuando se realice dentro del mismo servicio de salud desde una unidad a otra de mayor resolutividad diagnóstica y terapéutica.
Para la obtención y manipulación de muestras de suero y/o coágulo se recomienda respetar las medidas universales de bioseguridad incluyendo uso de guantes y camisolín.
También barbijos de alta eficiencia (N95) y antiparras.
Recomendaciones: minimizar producción de aerosoles, el lavado de manos antes y después de la manipulación y retiro de guantes; descontaminación de superficies contaminadas; autoclavar todos los materiales antes de ser eliminados.
Es importante instruir a los equipos de salud en el uso correcto de equipos de protección personal (barbijos, antiparras, camisolín y guantes).
El hantavirus y los síntomas
La enfermedad por hantavirus es una zoonosis emergente producida por virus ARN perteneciente a la familia Bunyaviridae. Los virus tienen una distribución mundial, y producen en los seres humanos dos formas clínicas graves: la fiebre hemorrágica con síndrome renal en Asia y Europa y el síndrome cardiopulmonar por hantavirus en América. Lo transmiten al ser humano roedores silvestres, reservorios naturales de la infección, que presentan una infección crónica asintomática y eliminan el virus a través de la orina, saliva y excretas.
En Argentina circulan 2 especies de virus hanta Andes y Laguna Negra y al menos 10 genotipos virales diferentes, 8 de ellos asociados al síndrome cardiopulmonar por hantavirus: Andes sur; Andes lechiguanas, Andes Buenos Aires (HU39694), Andes Central Plata, Andes Orán, Andes Bermejo, Andes Juquitiba y Laguna Negra.
Los hantavirus se transmiten por inhalación de aerosoles cargados de partículas virales provenientes de las heces, orina y saliva de roedores infectados. Otras vías de transmisión son contacto con excrementos o secreciones de ratones infectados con las mucosas conjuntival, nasal o bucal; o mordedura del roedor infectado. La transmisión al humano generalmente ocurre al introducirse en el hábitat de los roedores en zonas suburbanas y ambientes rurales y durante el desarrollo de actividades laborales, recreativas o en lugares como galpones o depósitos infestados por roedores.
También hay evidencia de transmisión persona a persona, y por secreciones y fluidos humanos. El síndrome cardiopulmonar por hantavirus puede presentarse leve con fiebre o insuficiencia respiratoria grave y shock cardiogénico. Los síntomas son como de gripe: fiebre 38º C, dolores musculares, escalofríos, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea, sin compromiso de vías aéreas.