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-¿Cuál es la finalidad del programa "Fronteras Protegidas"?
-Nosotros tenemos fronteras extensas, fronteras con problemas, porque hay producción de cocaína que intenta entrar en forma permanente en la zona de Jujuy, Salta y el intento de entrada de marihuana por la zona limítrofe de Paraguay. Nuestras fronteras pasaron a ser un centro de atención de nuestro gobierno y a la presencia de la Gendarmería, Prefectura o de la Policía Federal hoy le estamos sumando la presencia activa, apoyo logístico y acompañamiento de las Fuerzas Armadas argentinas.
Esto nos va a permitir que nuestras fronteras estén más nutridas, más protegidas. De esta manera se podrá lograr lo que nosotros llamamos "Operación Embudo".
-¿Dónde se van a situar las fuerzas armadas específicamente?
-Las Fuerzas Armadas se van a ubicar en estas zonas desérticas especialmente donde tengamos pasos clandestinos, informales e incluso naturales. Si las Fuerzas Armadas en Jujuy se encuentran en Yavi a la altura de La Quiaca y del otro lado la cordillera, que torna muy difícil el paso, eso hace que quienes quieran pasar de manera ilegal los lleve hacia el embudo de lo que puede ser la zonas más cercana a La Quiaca, donde nosotros tenemos ahí el Centro de Vigilancia Inteligente.
Esta tarea operativa de complementación va a tener muchísimo más protegida la frontera en lugares hoy, más allá de la cantidad de gendarmes que están destinados en la zona de Jujuy, Salta, Misiones, Formosa, Corrientes.
Nosotros estamos evaluando esto de Jama a Puerto Iguazú.
-¿Cómo va a trabajar este centro operativo?
-Va a haber un centro operativo de las Fuerzas Armadas, un centro de operaciones de las fuerzas de seguridad y enlaces que van a ir pasando la información.
En el caso de La Quiaca, ahí tenemos radares y cámaras y tenemos unos drones cautivos, una serie de lectores de patentes y además una cantidad muy importante de tecnología que hemos adquirido y que posibilitará que en la medida que se esté viendo, porque tiene un alcance de veinte kilómetros un paso ilegal, vamos a estar comunicándonos y advirtiendo para que la disuación del ejército los lleve hacia caminos donde estén los integrantes de las fuerzas de seguridad.
Este mecanismo nos permitirá parar a cualquier ilegal que quiera ingresar al país en cuestión de minutos.
-El ejército en este caso, ¿será solamente para persuadir o tendrá además poder de policía?
-El ejército no tiene poder de policía, tiene una función que se llama de carácter indirecto, le avisa inmediatamente a las fuerzas de seguridad, en caso de que haya un intento de ingreso de ilegales, puede demorar hasta que llega la fuerza de seguridad, que será quien labra el acta y realiza el procedimiento que corresponda en cada uno de los casos.
-¿Se ha podido concretar la radarización de esta extensa zona de frontera?
-Nosotros tenemos una radarización que es aérea, que son radares que apuntan a la entrada de aviones. Ustedes bien saben que acá lo que ingresan son aviones, la Puna no es lugar fácil para volar, si bien son importantes nosotros consideramos que no más del diez por ciento de la droga que ingresa al país entra por vía aérea.
El tema de estos radares es que tienen un ángulo que apunta a los tres mil metros de altura y muchas veces los aviones vienen volando mucho más bajo. Entonces ahora estamos complementando con radares de tierra que avistan personas o vehículos y esto nos va a complementar a través del Ejército Argentino con otros radares que nos van a permitir también captar vuelos que vienen rasantes. Pero en la Argentina la entrada de la droga es en Misiones y Corrientes, es por agua a través de botes, lanchas o canoas y en esta zona de Jujuy y Salta utilizando el transporte público de pasajeros y vehículos particulares, especialmente camionetas en la zona de la Puna, por las dificultades que ofrece el terreno para circular.
-¿Qué herramientas tecnológicas le proporcionaron a las fuerzas de seguridad que operan en zonas de frontera, como Gendarmería y la Policía Federal?
-El Centro de Frontera Inteligente que funciona en la ciudad de La Quiaca está manejado por Gendarmería. Tenemos pensado además un segundo centro en Aguas Blancas, un tercero en Salvador Mazza y el cuarto en Puerto Iguazú. Vamos a invitar a un enlace de las Fuerzas Armadas para que miren ese sistema y lo puedan analizar para complementarlo con sus radares.
-¿Cómo van a proteger la zona cordillerana con Chile, a través de las rutas 40 y 52 que desembocan en Jama?
-En principio el objetivo es que las Fuerzas Armadas puedan cubrir las zonas donde no tenemos escuadrones, allí se enviarán patrullas generando actividad en las zonas que nosotros llamamos "el mapa del calor". Además, en Jama estamos supeditados a las condiciones climáticas, porque hay momentos en que no se puede pasar, lo que hace más difícil el paso. La idea es trabajar con sorpresa en distintos lugares, no en puntos fijos, porque el narcotráfico siempre decimos que se mueve como un globo, uno aprieta en un lugar y se hincha en otro, lo que hay que hacer es estar atento. Hemos agarrado muchos ilegales en la zona de las Salinas, de Susques, incluso camionetas que al advertir la presencia de Gendarmería giran en U e intentan escaparse. Todo esto va a generar un modelo operacional dinámico que nos permita tener mucho movimiento de Gendarmería y en este caso del Ejército en las zonas en que se va corriendo el delito.
-¿Desde el Ministerio a su cargo, cuál es el análisis que realizan en lo referente al decomiso o secuestro de droga?
-Desde el Ministerio se ha implementado un programa que cuenta con la ayuda de las provincias, en este caso Jujuy con una política severa en torno a la lucha contra el narcotráfico en Argentina. Hay formas de medir esto que tienen que ver con unas fórmulas que maneja las Naciones Unidas, entre lo que consume un país, lo que se cree que exporta un país, lo que se decomisa y a partir de eso sale una cifra, cuando llegamos la incautación estaba en un 8%, hoy es de un 40%.