HUMAHUACA (Corresponsal). "La Diablada" es una de las comparsas de Humahuaca reconocida por su búsqueda permanente de mantener la verdadera esencia del Carnaval en la que los "diablos" son los protagonistas.
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HUMAHUACA (Corresponsal). "La Diablada" es una de las comparsas de Humahuaca reconocida por su búsqueda permanente de mantener la verdadera esencia del Carnaval en la que los "diablos" son los protagonistas.
Esta comparsa nació hace nueve años como una iniciativa familiar y como un proyecto cultural que fue creciendo año tras año sumando adeptos humahuaqueños y de otros lugares. Juan Carlos Vargas, uno de sus fundadores y actual coordinador de "La Diablada", contó que dirigió por quince años a los disfrazados de otra comparsa humahuaqueña, pero en un momento sintió la necesidad de marcar una verdadera identidad, más firme y segura porque hay disfraces que no representan nuestra cultura como los "pepinos", por ejemplo.
Vargas contó que "La Diablada nació como un proyecto entre familias con el único objetivo de preservar al diablo de Humahuaca y marcar que este personaje desentierre en Carnaval y entierre el domingo de tentación y no se saque o utilice durante el resto del año". Además, Vargas contó que en la comparsa se busca recuperar algunos valores en relación al diablo de Carnaval, como por ejemplo que los disfrazados no se saquen la careta, los cuernos, que los diablos recuperen la picardía y el respeto por la ceremonia del desentierro, entierro y la celebración del Carnaval.
Otra de las características principales es que los diablos bailan carnavalitos y huaynos. Actualmente, la comparsa cuenta con alrededor de ciento veinte diablos y ese número crece año tras año ya que cuando comenzaron eran solo cincuenta.
Simbología del disfraz
Juan Carlos Vargas explicó que el disfraz del diablo está cargado de simbología. "Los colores de los disfraces deben estar bien combinados y deben ser alegres como nuestra Pachamama por eso evitamos colores como el negro o el azul". El disfraz está compuesto por un casquete con cuernos bordados con lentejuelas y dos orejas. La capa que lleva las tradicionales puntas, aunque puede tener sobrecapas, luego el cinturón que lleva el mismo motivo que la capa. "Al principio de los ochenta no había tanta iconografía en las figuras bordadas de los disfraces, hacíamos cualquier dibujo pero con el tiempo fuimos viendo que tenemos que transmitir algo, porque mi viejo respetaba el Carnaval, San Carnaval lo llamaba", contó Vargas.
Vargas explicó que de su padre aprendió que hay que empezar a diseñar los disfraces después de la primera chaya, cuando se abre la Pachamama, motivo por el cual, los disfrazados de "La Diablada" respetan esas fechas para iniciar el diseño de los trajes. Además, el coordinador de esta comparsa contó que "nuestros viejos relacionaban a Satanás con figuras como la serpiente, el gallo, la cabra y más tarde nosotros empezamos a incorporar en nuestros disfraces figuras del mundo andino como el picaflor, el cóndor que representa lo alto, el quirquincho y a partir de ahí nuestros diablos tienen esa particularidad en el diseño de las figuras elegidas y bordadas".
"En La Diablada se busca que cada disfraz tenga un significado y consideramos que así como el diablo de Oruro es minero, el nuestro es agrícola y creemos que todo lo que ponemos en los disfraces debe ser lo mejor. La gente que se compromete en La Diablada debe saber que el Carnaval es abundancia, reciprocidad y por esa razón a la gente no se le puede ofrecer cualquier cosa", dijo.
Preparan actividades
La comparsa tiene invitaciones familiares todos los días, con excepción del Miércoles de Ceniza, en el que la comparsa no sale respetando esa fecha. Vargas informó que por día tienen alrededor de cuatro o cinco invitaciones. El próximo sábado realizarán la “Cacharpaya” porque es el último día que se baila ya que el domingo los diablos lloran porque se acaba el Carnaval. Ese día los diablos hacen su pasada mostrando sus disfraces. El domingo, realizarán un asado con los diablos de la comparsa, una chaya del diablito y una ceremonia en la que se consagra a los diablos mayores y se entrega la bandera de la comparsa a quien la portará en el entierro que se realizará por la tarde. Vargas resaltó que lo que distingue a “La Diablada” es la pasión con la que trabajan por la comparsa.
