La Escuela de Comercio Nº 7 "San Marcelino Champagnat" de San Pedro, realizó un merecido homenaje a la docente Estela del Carmen Gutiérrez, profesora de Lengua y Literatura, por su jubileo, luego de 28 años ininterrumpidos de trayectoria docente en la institución.
Acompañada por su esposo, sus hijos, nietos y bisnietos, Estela disfrutó del homenaje y del cariño que le demostraron sus alumnos, exalumnos, colegas, preceptores, porteros y todos los que forman parte de la prestigiosa institución de nivel medio de la "Perla del Ramal".
La profesora Claudia Taussig, en nombre del Departamento de Lengua, expresó unas sentidas palabras, donde destacó el espíritu, el dinamismo, la cooperación y el ejemplo que "Mami Estela", como la conocen cariñosamente, transmitió a sus alumnos, desde el primer día que llegó a la escuela, en su nacimiento, allá por el año 1990.
Recibió obsequios y recordatorios, de sus colegas, pero también de un grupo de alumnos, que quisieron ser parte del merecido homenaje. Muchos de ellos jóvenes en los que dejó una huella imborrable.
Hubo lugar para el canto, la poesía y las emociones a flor de piel. Una buena iniciativa que sirvió para recordar y reconocer a una profesora que supo ganarse el cariño y el respeto de todos, a base de esfuerzo y trabajo. Y que con el tiempo se transformó en pilar fundamental de la historia de la "Comercial 7".
Muy conmovida, la actual directora María Cristina Torres manifestó que "Estela no es sólo pilar de nuestra institución, es piedra fundamental, es piedra basal. Nos iniciamos juntas 28 años atrás. Siempre respondía a todas las iniciativas. Como directora pude siempre apoyarme en ella, hasta sus últimos días de trabajo. Hoy te hacemos este reconocimiento oficial. Te vas como personal de la casa, pero siempre vas a ser nuestra, porque eres parte viva de la institución y de la comunidad Marista. Fuiste escuela Comercial 7 y siempre seguirás siéndolo. Gracias".
El acto culminó con un gran abrazo de toda la comunidad educativa a Estela del Carmen Gutiérrez. Una profesora y maestra sampedreña, con cuatro hijos y un esposo, que dedicó toda su vida a la noble tarea de enseñar. Tuvo como alumnos a miles de sampedreños y chicos de Santa Clara, donde también ejercía la docencia, en la escuela Nº 356 "José Hernández". Con un largo camino recorrido y la satisfacción de la tarea cumplida ingresa en una etapa de la vida donde disfrutar de los frutos que se sembraron.