El papa Francisco recibirá el jueves al presidente de Kosovo, Hashim Tha‡i, aunque el Vaticano es uno de los Estados que, como Argentina, Rusia y China, no reconoce la independencia proclamada por la república europea en 2008.
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El papa Francisco recibirá el jueves al presidente de Kosovo, Hashim Tha‡i, aunque el Vaticano es uno de los Estados que, como Argentina, Rusia y China, no reconoce la independencia proclamada por la república europea en 2008.
El pontífice recibirá en la mañana del jueves en una audiencia privada en el Palacio Apostólico del Vaticano al presidente del país con mayoría musulmana, confirmó Télam de fuentes oficiales, más allá de que ambos Estados no tienen relaciones diplomáticas.
Será el tercer encuentro privado entre ambos, luego de las visitas de Tha‡i en 2013 y 2016. Tras la última reunión, en junio del año pasado, un comunicado de la presidencia kosovar había asegurado un supuesto deseo de Jorge Bergoglio de reconocer a su país "lo antes posible".
En esa línea, aún no hay confirmaciones de que el encuentro del jueves pueda servir para materializar el reconocimiento vaticano, que debería incluir el intercambio de representantes diplomáticos.
Kosovo declaró su independencia de Serbia en 2008 y logró el respaldo de más de 100 países, incluidas potencias como Estados Unidos y Alemania, pero no logró el respaldo de los grandes asiáticos.
El 5 de septiembre, en otro gesto hacia la minoría católica en un país con más del 95% de musulmanes, el Papa envió al cardenal albanés Ernest Simoni como su representante personal a la consagración en la capital Pristina de una nueva Iglesia dedicada a Santa Teresa de Calcuta.
Nuevos escándalos
Una nueva guerra interna en el Vaticano, con denuncias, intimidaciones, renuncias, acusaciones y cruce de comunicados, sacuden esta semana al pontificado de Francisco, como ocurrió bajo el de su predecesor Benedicto XVI. Para algunos vaticanistas resulta una campaña planeada por los sectores ultraconservadores, para “debilitar” a Francisco, por sus “errores teológicos” como jefe de la Iglesia y también para “frenar” las reformas que impulsa, si bien lentamente, en la Curia Romana, la poderosa máquina central tradicionalmente manejada por la Iglesia italiana. La llegada del otoño viene “cargada de venenos”, sostuvo un diario romano.