SALTA (Enviado-Gustavo Toconás) - "De crónicas y ciudades: la tibia garra testimonial". Así se denominó el encuentro internacional de cronistas latinoamericanos que se realizó esta semana en Salta.
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SALTA (Enviado-Gustavo Toconás) - "De crónicas y ciudades: la tibia garra testimonial". Así se denominó el encuentro internacional de cronistas latinoamericanos que se realizó esta semana en Salta.
Los talleres, conferencias, ponencias y paneles se sucedieron a lo largo de tres días en el Centro Cultural América, el Palacio Zorrilla, el Centro Cultural "Holver Martinez Borelli" y el Museo Histórico del Norte Cabildo de Salta.
El objetivo fue reunir a escritores, lectores, estudiosos de las crónicas, sociólogos, periodistas, docentes e investigadores, en un espacio interdisciplinario.
El encuentro fue organizado por las cátedras de Literatura Hispanoamericana de la UNSa (Sede Central y Sede Regional Tartagal) y la cátedra Literatura Latinoamericana II de la UNJu.
En la jornada inaugural del miércoles tuvo lugar la mesa panel titulada "El lugar de la crónica I: la escritura de las crónicas y su espacio en el campo cultural".
La integraron el periodista y escritor Daniel Medina (Salta), el crítico, periodista y escritor Fabián Soberón (Tucumán), la periodista Cecilia Lanza Lobo (La Paz, Bolivia) y Carlos Martín Ale (periodista y editor).
La primera en exponer su apreciación acerca de lo que es la crónica fue Cecilia Lanza Lobo. "Es un elemento de batalla que se hace en la calle -dijo- y considero que la crónica es política".
Daniel Medina, en tanto, agregó: "es un género mutante donde confluyen dos factores: la literatura y el periodismo. Se trata de contarlo con herramientas de la literatura".
Para Martín Ale, seguidor de la crónica modernista, hay dos cosas a tener en cuenta. "Primero que la crónica profundiza la conexión con lo contemporáneo, con los conflictos; y segundo, la conexión con los lectores". "Creo que hoy los periodistas no piensan en los lectores -comentó- hacemos textos que aburren, aburren a los editores y a los lectores". "La crónicas modernistas -siguió- tenían un interés por los lectores. Es un género periodístico, el más literario. Es un género que le permite a los narradores inquietos usar cosas de etnografía, meterse más en la realidad".
Cuando le llegó el turno a Fabián Soberón, lo primero que dijo fue que "la crónica es un laboratorio de escritura". Habló de la crónica que permite escribir las ciudades, lo urbano, la complejidad".
Luego vino la pregunta sobre cómo es ese hacer narrativo, a lo que Cecilia Lanza contestó: "La crónica tiene como rasgo el apego a los hechos, a los sucesos de la realidad. Es un trabajo de investigación donde el periodista va más adelantado y es como un buzo de profundidad en el río de Heráclito"
A la misma pregunta el salteño Daniel Medina respondió: "Cuando voy a cubrir algo primero veo lo que está sucediendo, luego lo que voy a tomar de ese suceso y finalmente pienso cómo se lo va a mostrar al lector". "Es decir -argumentó- veo lo noticiable y de eso, lo que le va a interesar al lector".
Martín Ale, en tanto, consideró que para elaborar una crónica "hay que usar los seis sentidos". También recomendó evitar "la narrativa del yo, trabajar contra los prejuicios y contra el sentido común".
Finalmente tomó la palabra Soberón para decir que hay tres elementos en la elaboración de la crónica: "mirada - realidad - escritura". "Hay que escribir sin recetas", concluyó.