El lamentable episodio ocurrido días atrás, durante el cual se produjeron varios desaguisados, producto de la inconducta y la irresponsabilidad de unos estudiantes del colegio Ipsel, parece haberse convertido en una bisagra que obliga a retroceder a uno de las expresiones típicas de la Fiesta Nacional.
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El lamentable episodio ocurrido días atrás, durante el cual se produjeron varios desaguisados, producto de la inconducta y la irresponsabilidad de unos estudiantes del colegio Ipsel, parece haberse convertido en una bisagra que obliga a retroceder a uno de las expresiones típicas de la Fiesta Nacional.
Una ya habitual caravana con la que los chicos promocionan sus fiestas de elección de reina, debió ser interrumpida por policías de tránsito, quienes advirtieron la circulación de vehículos de alta cama a velocidades excesivas, comprobando además que los conductores eran menores de edad, es decir, obviamente, sin los carnets de conductores habilitantes.
El hecho se completó cuando un grupo de jóvenes (entre quince y veinte) agredió de palabra y de hecho a los inspectores y debieron intervenir efectivos de la Policía de la Provincia.
Lo insólito
Éstos... retuvieron a los inspectores municipales!, y no sólo eso, les hicieron soplar la famosa pipeta para comprobar que ellos no estuvieran bajo efectos del alcohol!.
Se completó todo cuando a viva voz, un jovencito increpó a los agentes de la seguridad, advirtiéndoles que "ustedes no saben con quién se están metiendo". Naturalmente, se trataba del hijo de un ministro del gabinete local.
La discriminación
Para evitar males mayores, a instancias del Ente Autárquico de la FNE y el Consejo de Rectores, se resolvió suspender las caravanas.
Generó así una discriminación entre colegios, ya que los que hasta ahora realizaron sus fiestas de elección pudieron promocionarla según la tradición, pero de aquí en adelante, los demás se verán privados de esa posibilidad, que los ayuda a obtener ingresos importantes para la construcción de carrozas y otros gastos que les demanda la participación en la fiesta.
Lamentable que la Policía haya actuado al revés. Que los policías de tránsito hayan sido tratados como los malos de la película, y casi como alcohólicos.
Más lamentable la aparición de un "hijo del poder", cuya educación y sentido común evidentemente brillan por su ausencia.
Otras consecuencias
Sigue siendo lamentable que la causa judicial emergente de estos hechos esté totalmente frenada, quizás por influencia del ministro en cuestión o del propio Gobierno provincial.
Y completa la serie de desagradables consecuencias, la aparición de las cuestionadas autoridades del Ente Autárquico (luego de muchos meses en hibernación sin que se sepa a qué se dedicaron desde septiembre del 2016 hasta hoy) tratando de "cortar por lo sano" con un criterio totalmente absurdo: suspender las caravanas estudiantiles.
¿No sería como suspender los desfiles de carrozas porque entre la multitud aparecen muchos carteristas, descuidistas o arrebatadores?. ¿No sería mas criterioso permitir y controlar las pintorescas y simpáticas caravanas?, ¿y coordinar con los rectores el ejercicio de su responsabilidad, en vez que compartir con ellos el "lavado de manos"? ¿No se podría alentar hasta "batucadas" de a pié, acompañadas y protegidas por agentes de tránsito y policía?. ¿Por qué dar pasos hacia atrás?.
Y finalmente: es de esperar que algún día el Gobierno informe sobre las consecuencias del accionar ridículo de algunos policías, el avance de las causas iniciadas por tras el episodio y si el "hijo del poder", al menos, será reprendido por su triste actitud.