Cientos de rebeldes musulmanes que juraron lealtad al grupo yihadista Estado Islámico (EI) asaltaron un municipio filipino del sur del país, atacaron escuelas y protagonizaron enfrentamientos con el Ejército y se confirmó que tomaron 31 rehenes en una escuela durante horas, para acabar huyendo sin causar víctimas.
Alrededor de 200 hombres armados atacaron los puestos de seguridad de tres pueblos del municipio de Pigcaguayan en la provincia de Cotabato, al sur de Manila, dijo el portavoz de la Policía local, Romeo Galgo. Durante el incidente hubo intercambio de disparos entre los rebeldes y el Ejército, dijo Realan Mamon, el jefe de policía de Pigcawayan, una localidad de unos 66 mil habitantes.
"Creemos que estos hombres armados quieren sembrar el miedo y anunciar que están presentes en la zona", contó Mamon.
Los asaltantes son miembros de los Combatientes por la libertad del Bangsamoro Islámico (Biff), una fracción escindida de un grupo de rebeldes musulmanes separatista que firmó un acuerdo de paz con el gobierno filipino en 2014. El grupo, que se ha aliado con yihadistas del EI, reivindicó el ataque diciendo que era una represalia por ofensivas militares.
