Con los ojos hinchados de tanto llorar y una expresión de impotencia y dolor en su rostro, Angela Simona Córdoba repite: "en este mismo lugar murió mi hermano y ahora mi hijo, yo siempre intenté guiarlo para que sea una buena persona, pero lamentablemente los chicos se dejan llevar y esos son los resultados".
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Con los ojos hinchados de tanto llorar y una expresión de impotencia y dolor en su rostro, Angela Simona Córdoba repite: "en este mismo lugar murió mi hermano y ahora mi hijo, yo siempre intenté guiarlo para que sea una buena persona, pero lamentablemente los chicos se dejan llevar y esos son los resultados".
Angela está rodeada de sus familiares, entre ellos su madre y los hermanos que además de lamentar la muerte de uno de los hermanos de la mamá, de Marcos Rubén, hoy lloran al nieto, al sobrino.
Una vez más piden que las autoridades municipales y policiales tomen cartas en el asunto y cierren ese lugar. "Ahí nadie entra, solo algunos adolescentes que guardan las motos que roban. La Policía lo sabe y eso da mucha bronca porque no hacen nada, son años de hacer denuncias y no ser escuchados", relataron.
"Nada me devolverá a mi hijo, pero no quiero que a otras madres le pase lo mismo que a mí, por eso pido soluciones", indicó Angela.