TILCARA (Corresponsal). Ayer por la mañana, vecinos del barrio Cristo Rey, en el acceso sur de Maimará, notaron la falta de la imagen del Crucificado. Entronizada en una plazoleta junto a la avenida, ya entre las últimas cuadras pobladas, la hechura de bronce data de la década del cincuenta, antes de la urbanización del barrio que hoy lleva su nombre.
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TILCARA (Corresponsal). Ayer por la mañana, vecinos del barrio Cristo Rey, en el acceso sur de Maimará, notaron la falta de la imagen del Crucificado. Entronizada en una plazoleta junto a la avenida, ya entre las últimas cuadras pobladas, la hechura de bronce data de la década del cincuenta, antes de la urbanización del barrio que hoy lleva su nombre.
Su ausencia fue notada por vecinos que suelen tenerla como referencia de su persignación al pasar por allí, sin embargo fuentes policiales nos hicieron saber que, según los peritajes de la Brigada de Criminalística, a juzgar por el estado de la madera de la cruz, la imagen habría sido sustraída hace por lo menos una semana.
El hecho recuerda otro parecido, acaecido en el año 2015, cuando una imagen de Cristo del mismo material, y casi la misma antigüedad, fue robado del atrio de la iglesia de Tilcara. Aquella, que desapareció a comienzos de ese mes de agosto, fue encontrada, rota por el forcejeo con que la arrancaron, para diciembre del mismo año en la playa del Río Grande.
El Cristo maimareño, por su parte, debería encontrarse intacto a juzgar por el hecho de que pareciera haber sido sacada entera, acaso porque el sitio es menos público que el atrio de la iglesia. El padre Aldo Oña, párroco de la parroquia de Tilcara, nos informó que el Obispado hizo pública la desaparición en la misma mañana del viernes, informando a los responsables de la administración patrimonial pese a que no se encontraba en un predio eclesiástico sino en terreno fiscal.
La sensación de que la imagen de Maimará también será encontrada se refuerza con versiones extraoficiales que dicen que la policía ya tiene sospechas de quienes pudieron haber realizado el delito. El mismo remisero que nos alcanzó a la plazoleta del Cristo, repitió lo que tantos piensan: “los ladrones se van a morir de miedo y la van a terminar devolviendo”.
Pese a que en la noche del viernes se realizara una marcha de antorchas manifestando el desagrado con que se recibió la noticia, en la mañana del sábado muchos vecinos consultados por este medio aún no habían tenido noticias del siniestro. Ya sea por su valor material o por vandalismo, el hecho empezó a causar conmoción en un pueblo hondamente religioso, cuyas fiestas patronales, en honor a la Candelaria, se celebrarán el próximo 2 de febrero.
Como dato ancdótico, podrá anotarse que algunos fieles dejaron pulseras tejidas pendiendo de los clavos al aire del Cristo ausente, además de numerosas velas encendidas a sus pies.