Nora Benaglia acaba de renunciar a su cargo como directora de la Orquesta Infanto Juvenil de Maimará, ocasión que aprovechamos para hacer un poco de historia, recordando que "nació como un taller", nos cuenta. "Había catorce chicos, en Maimará, donde hacíamos guitarra, charango, cañas y percusión. Eso fue en el 2005, y estaba sola, en ese momento por unas horas de Educación No Formal."
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Nora Benaglia acaba de renunciar a su cargo como directora de la Orquesta Infanto Juvenil de Maimará, ocasión que aprovechamos para hacer un poco de historia, recordando que "nació como un taller", nos cuenta. "Había catorce chicos, en Maimará, donde hacíamos guitarra, charango, cañas y percusión. Eso fue en el 2005, y estaba sola, en ese momento por unas horas de Educación No Formal."
Nos dice que "funcionó muy bien, los chicos respondieron, las familias también, y empezó a crecer. Los chicos quisieron sumarle clases de violín, y le agregamos flauta traversa y cello, hasta este año que tenemos las cuatro cuerdas: violín, viola, cello y contrabajo, vientos andinos, clarinete, trompeta, mucha percusión, bandoneón y clases de lenguaje musical, llegando a setenta integrantes."
Algo decayó, nos dice, "porque faltan concursar los tres espacios que quedaron vacíos de contrabajo, percusión y trompeta. Algunos de los chicos más grandes se hacen cargo de asesorar a los pequeños, y con ellos este año hicimos un repertorio dedicado a Ricardo Vilca, recordando los diez años de su fallecimiento, pero también se hicieron obras de música académica como "Aragonesa de Bizet", "Adiós Nonino" de Piazzolla, arreglos de folclore, de caporal, o las "Danzas Rumanas" de Bela Bartok, que es algo que les resultaba misterioso pero atractivo".
Nos cuenta que "algunos de los más grandes, cuando egresan, van a trabajar a la Orquesta Juvenil de San Salvador de Jujuy, que ahora dirige Matías Zigarán, y empiezan su devolución, como yo les digo. Así dieron clases de percusión, de cello, de viola, de flauta, de violín, acá, en Purmamarca y en Jujuy. Otros se decidieron a seguir la carrera musical y se fueron a otras provincias como Mendoza, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires".
La orquesta nació bajo la órbita del Ministerio de Educación pero luego pasó a la Secretaría de Cultura, "y desde el 2016 formó parte de la Red de Orquestas, dependiendo de Cultura, pero es algo que se complicó en la cuestión de los pagos. Ahora la Red es parte del programa de Coros y Orquestas para el Bicentenario. Los tramites se volvieron demasiado engorrosos, aunque manifestaban la intención de que siguiéramos".
Recuerda que "se realizaron varios conciertos-reclamo, tras lo cual la orquesta quedó bajo la órbita de Educación, se firmaron los contratos y lo correspondiente al 2017 recién se está cobrando. Un poco fue ese desgaste el que me llevó a desvincularme, y un poco porque no comparto los mega eventos que se realizan cuando sólo se sostienen por el trabajo de la gente, que estamos todo el año y terminamos estando al final a la hora del reconocimiento". Concluye que "yo ya estaba visualizando el funcionamiento de la orquesta sin mí, porque ya son muchos años, los ciclos se cierran, hay gente que va a tomar la posta y es algo sano. Me dio pena que fuera así, abrupto, por situaciones que se nos fueron de las manos. Se nos vinieron haciendo muchas promesas que no se cumplieron, y yo dije que ya está. Uno tiene que sostener una realidad económica familiar y así no puedo".