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Barcelona (AFP-NA) -- Dos días después de la declaración de independencia del parlamento catalán, cientos de miles de personas marcharon este domingo en Barcelona en contra de la secesión de esta región, por cuyo control pugnan el gobierno español y el destituido ejecutivo independentista catalán.
Bajo el lema "¡Todos somos Cataluña!" y un mar de banderas españolas y catalanas, una multitud inundó el elegante paseo de Gracia de la capital catalana: 300.000 según la policía local, 1 millón según la delegación del gobierno español y 1,1 millones según los organizadores.
Respaldada por los principales partidos no separatistas, la marcha fue convocada por la asociación Sociedad Civil Catalana (SCC), que ya congregó una manifestación masiva después del referéndum inconstitucional sobre la secesión del 1 de octubre.
Años de tensiones entre el gobierno regional y el poder central culminaron el viernes con dos hechos sin precedentes en la España moderna: el parlamento regional declaró la independencia y el ejecutivo español de Mariano Rajoy destituyó al gobierno catalán y tomó el control de su administración.
"El presidente es Puigdemont"
"Para mi Puigdemont es nuestro presidente, claro", dijo esta ilustradora de 45 años. "La declaración de independencia nos sirve, es válida, no es simbólica", afirmó.
Por segundo día consecutivo, la región se despertó sin saber quién llevaba las riendas de su administración, en cuyos edificios seguían ondeando las banderas españolas.
Oficialmente, las funciones del gobierno regional las asumió la vicepresidenta del ejecutivo español, Soraya Sáenz de Santamaría.
También el parlamento está disuelto hasta las elecciones convocadas por Rajoy, el 21 de diciembre.
Además, más de 150 altos cargos fueron cesados, la red de embajadas catalanas abiertas en los últimos años cerrada y la cúpula de la policía regional, los Mossos dEsquadra, relevada por órdenes del Ministerio del Interior.
Según un portavoz policial, el nuevo comando dio órdenes para retirar la escolta a los dirigentes destituidos, así como las fotografías de Puigdemont de las comisarías.
Pero los líderes independentistas no reconocieron su cese. En una carta en el diario El Punt-Avui, Oriol Junqueras, el vicepresidente del ejecutivo destituido, aseguraba que "el presidente del país es y seguirá siendo Carles Puigdemont".