En las últimas 24 horas al menos 130 combatientes, entre efectivos gubernamentales y extremistas del grupo Estado Islámico (EI) murieron en choques armados en la provincia de Deir Ezzor, región del noreste de Siria donde se acrecentó la violencia a raíz de la ofensiva gubernamental contra posiciones yihadistas.
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En las últimas 24 horas al menos 130 combatientes, entre efectivos gubernamentales y extremistas del grupo Estado Islámico (EI) murieron en choques armados en la provincia de Deir Ezzor, región del noreste de Siria donde se acrecentó la violencia a raíz de la ofensiva gubernamental contra posiciones yihadistas.
Los combates en los que perdieron la vida 34 efectivos del Ejército sirio y 27 yihadistas se produjeron en las localidades de Mahkan y Quria, en la ribera del río Eúfrates y al sureste de la ciudad de Al Mayadín, donde los milicianos islamistas lograron avances frente a las tropas gubernamentales.
Según la información brindada por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (Osdh), una ong afín a la oposición siria, los combates en esta zona se producen de forma simultánea a la reactivación de los enfrentamientos en la ciudad de Deir Ezzor, capital de la provincia homónima, donde durante la madrugada de ayer se vivieron los enfrentamientos más cruentos desde el pasado 10 de septiembre. Mientras el Ejército sirio y sus aliados desarrollan una ofensiva militar sobre Deir Ezzor para expulsar al EI de la provincia, los milicianos del EI aprovecharon el mal tiempo de la pasada noche para realizar un ataque sorpresa. Después, los soldados gubernamentales causaron la muerte de unos 23 efectivos militares y 50 combatientes del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
