PURMAMARCA (Corresponsal). Eduardo Torres, un abuelito de 78 años fue encontrado en buen estado por su hijo Antonio tras las fuertes tormentas e inundaciones que se registraron el pasado martes 10 y que también afectaron la zona de Punta Corral y parajes cercanos.
Antonio Torres comentó que la comunidad de Punta Corral también se vio damnificada por el temporal de ese día y que debido a los desbordes de los ríos quedaron aislados porque los senderos fueron tapados con barro y piedras.
Grande fue la preocupación para los vecinos de Tumbaya que conocen a Antonio y a su padre Eduardo Torres, es que al otro día de la fuerte lluvia que cayó en la Quebrada, una vecina de San Bernardo acudió a las autoridades locales para avisar que los perros de Don Eduardo habían bajado solos y estaban en su casa.
Debido a ello se comunicaron de manera urgente con Antonio, quien el jueves partió hacia el paraje El Quebralito, ubicado a 2 horas de Punta Corral y a 10 horas a pie desde Tumbaya, para buscar a su padre.
Afortunadamente él se encontraba bien y ya había retornado a su hogar, luego de verificar que su padre estaba bien escuchó lo sucedido. "Luego de la fuerte tormenta empezó a bajar mucho río y mi papá escuchaba que sonaba fuerte, salió de la casa y vio que ya venía ahí cerquita, entonces decidió irse de la casa pensando que el barro lo iba a tapar", comentó.
"Apenas puede caminar mi papá pero él estaba seguro que si se quedaba en la casa corría peligro, entonces se cruzó al cerro por el precipicio y ahí los perros se quedaron y se perdieron. Allí pasó la noche y no pudo cruzar, volvió a la casa el miércoles y gracias a Dios estaba todo bien, el río no había entrado nada".
Si bien el hogar del abuelito de 78 años no se vio afectado, sufrió la pérdida de su ganado, entre vacas y ovejas, es que el río y el barro arrastraron los corrales pero no la casa, sino que se desviaron por el costado.
"Me pegué un gran susto pero mi papá está bien ahora, me quedé con él todos estos días, pero como en Punta Corral también sufrieron por la lluvia y quedaron aislados, ahora ya no hay comida, entonces bajé a llevarle alimentos, agua, velas para que tenga mi papá, porque durante el año él vive solo".
Desde el segundo calvario, yendo por Tumbaya, los caminos quedaron totalmente tapados. Una cuadrilla del municipio con la solidaridad de los vecinos está trabajando para restablecer los senderos.
Antonio Torres comentó que la comunidad de Punta Corral también se vio damnificada por el temporal de ese día y que debido a los desbordes de los ríos quedaron aislados porque los senderos fueron tapados con barro y piedras.
Grande fue la preocupación para los vecinos de Tumbaya que conocen a Antonio y a su padre Eduardo Torres, es que al otro día de la fuerte lluvia que cayó en la Quebrada, una vecina de San Bernardo acudió a las autoridades locales para avisar que los perros de Don Eduardo habían bajado solos y estaban en su casa.
Debido a ello se comunicaron de manera urgente con Antonio, quien el jueves partió hacia el paraje El Quebralito, ubicado a 2 horas de Punta Corral y a 10 horas a pie desde Tumbaya, para buscar a su padre.
Afortunadamente él se encontraba bien y ya había retornado a su hogar, luego de verificar que su padre estaba bien escuchó lo sucedido. "Luego de la fuerte tormenta empezó a bajar mucho río y mi papá escuchaba que sonaba fuerte, salió de la casa y vio que ya venía ahí cerquita, entonces decidió irse de la casa pensando que el barro lo iba a tapar", comentó.
"Apenas puede caminar mi papá pero él estaba seguro que si se quedaba en la casa corría peligro, entonces se cruzó al cerro por el precipicio y ahí los perros se quedaron y se perdieron. Allí pasó la noche y no pudo cruzar, volvió a la casa el miércoles y gracias a Dios estaba todo bien, el río no había entrado nada".
Si bien el hogar del abuelito de 78 años no se vio afectado, sufrió la pérdida de su ganado, entre vacas y ovejas, es que el río y el barro arrastraron los corrales pero no la casa, sino que se desviaron por el costado.
"Me pegué un gran susto pero mi papá está bien ahora, me quedé con él todos estos días, pero como en Punta Corral también sufrieron por la lluvia y quedaron aislados, ahora ya no hay comida, entonces bajé a llevarle alimentos, agua, velas para que tenga mi papá, porque durante el año él vive solo".
Desde el segundo calvario, yendo por Tumbaya, los caminos quedaron totalmente tapados. Una cuadrilla del municipio con la solidaridad de los vecinos está trabajando para restablecer los senderos.
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PURMAMARCA (Corresponsal). Eduardo Torres, un abuelito de 78 años fue encontrado en buen estado por su hijo Antonio tras las fuertes tormentas e inundaciones que se registraron el pasado martes 10 y que también afectaron la zona de Punta Corral y parajes cercanos.
Antonio Torres comentó que la comunidad de Punta Corral también se vio damnificada por el temporal de ese día y que debido a los desbordes de los ríos quedaron aislados porque los senderos fueron tapados con barro y piedras.
Grande fue la preocupación para los vecinos de Tumbaya que conocen a Antonio y a su padre Eduardo Torres, es que al otro día de la fuerte lluvia que cayó en la Quebrada, una vecina de San Bernardo acudió a las autoridades locales para avisar que los perros de Don Eduardo habían bajado solos y estaban en su casa.
Debido a ello se comunicaron de manera urgente con Antonio, quien el jueves partió hacia el paraje El Quebralito, ubicado a 2 horas de Punta Corral y a 10 horas a pie desde Tumbaya, para buscar a su padre.
Afortunadamente él se encontraba bien y ya había retornado a su hogar, luego de verificar que su padre estaba bien escuchó lo sucedido. "Luego de la fuerte tormenta empezó a bajar mucho río y mi papá escuchaba que sonaba fuerte, salió de la casa y vio que ya venía ahí cerquita, entonces decidió irse de la casa pensando que el barro lo iba a tapar", comentó.
"Apenas puede caminar mi papá pero él estaba seguro que si se quedaba en la casa corría peligro, entonces se cruzó al cerro por el precipicio y ahí los perros se quedaron y se perdieron. Allí pasó la noche y no pudo cruzar, volvió a la casa el miércoles y gracias a Dios estaba todo bien, el río no había entrado nada".
Si bien el hogar del abuelito de 78 años no se vio afectado, sufrió la pérdida de su ganado, entre vacas y ovejas, es que el río y el barro arrastraron los corrales pero no la casa, sino que se desviaron por el costado.
"Me pegué un gran susto pero mi papá está bien ahora, me quedé con él todos estos días, pero como en Punta Corral también sufrieron por la lluvia y quedaron aislados, ahora ya no hay comida, entonces bajé a llevarle alimentos, agua, velas para que tenga mi papá, porque durante el año él vive solo".
Desde el segundo calvario, yendo por Tumbaya, los caminos quedaron totalmente tapados. Una cuadrilla del municipio con la solidaridad de los vecinos está trabajando para restablecer los senderos.
Antonio Torres comentó que la comunidad de Punta Corral también se vio damnificada por el temporal de ese día y que debido a los desbordes de los ríos quedaron aislados porque los senderos fueron tapados con barro y piedras.
Grande fue la preocupación para los vecinos de Tumbaya que conocen a Antonio y a su padre Eduardo Torres, es que al otro día de la fuerte lluvia que cayó en la Quebrada, una vecina de San Bernardo acudió a las autoridades locales para avisar que los perros de Don Eduardo habían bajado solos y estaban en su casa.
Debido a ello se comunicaron de manera urgente con Antonio, quien el jueves partió hacia el paraje El Quebralito, ubicado a 2 horas de Punta Corral y a 10 horas a pie desde Tumbaya, para buscar a su padre.
Afortunadamente él se encontraba bien y ya había retornado a su hogar, luego de verificar que su padre estaba bien escuchó lo sucedido. "Luego de la fuerte tormenta empezó a bajar mucho río y mi papá escuchaba que sonaba fuerte, salió de la casa y vio que ya venía ahí cerquita, entonces decidió irse de la casa pensando que el barro lo iba a tapar", comentó.
"Apenas puede caminar mi papá pero él estaba seguro que si se quedaba en la casa corría peligro, entonces se cruzó al cerro por el precipicio y ahí los perros se quedaron y se perdieron. Allí pasó la noche y no pudo cruzar, volvió a la casa el miércoles y gracias a Dios estaba todo bien, el río no había entrado nada".
Si bien el hogar del abuelito de 78 años no se vio afectado, sufrió la pérdida de su ganado, entre vacas y ovejas, es que el río y el barro arrastraron los corrales pero no la casa, sino que se desviaron por el costado.
"Me pegué un gran susto pero mi papá está bien ahora, me quedé con él todos estos días, pero como en Punta Corral también sufrieron por la lluvia y quedaron aislados, ahora ya no hay comida, entonces bajé a llevarle alimentos, agua, velas para que tenga mi papá, porque durante el año él vive solo".
Desde el segundo calvario, yendo por Tumbaya, los caminos quedaron totalmente tapados. Una cuadrilla del municipio con la solidaridad de los vecinos está trabajando para restablecer los senderos.
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