Los legisladores turcos empezaron ayer a debatir una reforma constitucional que puede convertir a Turquía en una república presidencialista, una disputa que se realiza en medio de protestas en las calles y con parte de la oposición denunciando que sólo servirá para dar más poder al actual jefe del Estado, Recep Tayyip Erdogan.
El islamista partido del gobierno Justicia y Desarrollo (AKP), que gobierna con mayoría absoluta el país euroasiático desde hace 14 años. argumenta que el sistema presidencial terminaría con la inestabilidad política, las coaliciones de gobierno y los numerosos cambios de gobierno que, subraya, frenó el desarrollo del país en las últimas décadas.
La propuesta de modificación de la carta magna cuenta también el apoyo de la cuarta fuerza en el Parlamento, el ultranacionalista Partido de Acción Nacionalista (MHP), que espera que paralelamente se imponga una política antiterrorista más estricta, que esa formación considera necesaria debido a los constantes atentados que sufre el país
El principal partido opositor, el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP) y la tercera fuerza, el pro kurdo e izquierdista Partido Democrático de los Pueblos (HDP) se oponen firmemente a convertir Turquía en un sistema presidencialista.
El AKP espera concluir el debate y la votación parlamentaria en seis días y poder celebrar un referéndum el 2 de abril, pero el opositor CHP anunció que hará todo lo posible para bloquear el proceso y retrasar las enmiendas.
El AKP y el ultranacionalista MHP tienen 355 escaños en total, 25 más que los 330 necesarios para aprobar la propuesta y llevarla a un referéndum.
Sin embargo, al menos siete parlamentarios del MHP han anunciado ya que votarán en contra de la reforma de la Carta Magna.
En el debate parlamentario, las enmiendas serán debatidas y votadas dos veces y la decisión final se tomará en la segunda vuelta de la votación.
La prensa local informa que si el AKP no consigue aprobar el total de las enmiendas, propondrá elecciones anticipadas.
El líder de la oposición CHP, Kemal Kilicdaroglu, advirtió que si se produce el cambio constitucional "la República de Turquía se convertirá en un Estado partidista. Se configurará según el partido que gobierne".
Mientras el principal diario opositor, Cumhuriyet, tituló ayer en portada "un hombre o la democracia", la policía turca debió emplear carros hidrantes y gas lacrimógeno para dispersar a grupos de manifestantes, entre ellos varios diputados opositores, que protestaban frente al Parlamento contra la instauración del sistema presidencialista.
Miembros de unas 40 agrupaciones de la sociedad civil turca, entre ellas asociaciones de abogados, jueces y varias ONG, se congregaron en los alrededores del edificio del parlamento en Ankara portando pancartas con mensajes que demostraban su descontento con el proyecto, entre ellos: "No al presidente" y "No a una ley dictatorial".
El islamista partido del gobierno Justicia y Desarrollo (AKP), que gobierna con mayoría absoluta el país euroasiático desde hace 14 años. argumenta que el sistema presidencial terminaría con la inestabilidad política, las coaliciones de gobierno y los numerosos cambios de gobierno que, subraya, frenó el desarrollo del país en las últimas décadas.
La propuesta de modificación de la carta magna cuenta también el apoyo de la cuarta fuerza en el Parlamento, el ultranacionalista Partido de Acción Nacionalista (MHP), que espera que paralelamente se imponga una política antiterrorista más estricta, que esa formación considera necesaria debido a los constantes atentados que sufre el país
El principal partido opositor, el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP) y la tercera fuerza, el pro kurdo e izquierdista Partido Democrático de los Pueblos (HDP) se oponen firmemente a convertir Turquía en un sistema presidencialista.
El AKP espera concluir el debate y la votación parlamentaria en seis días y poder celebrar un referéndum el 2 de abril, pero el opositor CHP anunció que hará todo lo posible para bloquear el proceso y retrasar las enmiendas.
El AKP y el ultranacionalista MHP tienen 355 escaños en total, 25 más que los 330 necesarios para aprobar la propuesta y llevarla a un referéndum.
Sin embargo, al menos siete parlamentarios del MHP han anunciado ya que votarán en contra de la reforma de la Carta Magna.
En el debate parlamentario, las enmiendas serán debatidas y votadas dos veces y la decisión final se tomará en la segunda vuelta de la votación.
La prensa local informa que si el AKP no consigue aprobar el total de las enmiendas, propondrá elecciones anticipadas.
El líder de la oposición CHP, Kemal Kilicdaroglu, advirtió que si se produce el cambio constitucional "la República de Turquía se convertirá en un Estado partidista. Se configurará según el partido que gobierne".
Mientras el principal diario opositor, Cumhuriyet, tituló ayer en portada "un hombre o la democracia", la policía turca debió emplear carros hidrantes y gas lacrimógeno para dispersar a grupos de manifestantes, entre ellos varios diputados opositores, que protestaban frente al Parlamento contra la instauración del sistema presidencialista.
Miembros de unas 40 agrupaciones de la sociedad civil turca, entre ellas asociaciones de abogados, jueces y varias ONG, se congregaron en los alrededores del edificio del parlamento en Ankara portando pancartas con mensajes que demostraban su descontento con el proyecto, entre ellos: "No al presidente" y "No a una ley dictatorial".
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Los legisladores turcos empezaron ayer a debatir una reforma constitucional que puede convertir a Turquía en una república presidencialista, una disputa que se realiza en medio de protestas en las calles y con parte de la oposición denunciando que sólo servirá para dar más poder al actual jefe del Estado, Recep Tayyip Erdogan.
El islamista partido del gobierno Justicia y Desarrollo (AKP), que gobierna con mayoría absoluta el país euroasiático desde hace 14 años. argumenta que el sistema presidencial terminaría con la inestabilidad política, las coaliciones de gobierno y los numerosos cambios de gobierno que, subraya, frenó el desarrollo del país en las últimas décadas.
La propuesta de modificación de la carta magna cuenta también el apoyo de la cuarta fuerza en el Parlamento, el ultranacionalista Partido de Acción Nacionalista (MHP), que espera que paralelamente se imponga una política antiterrorista más estricta, que esa formación considera necesaria debido a los constantes atentados que sufre el país
El principal partido opositor, el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP) y la tercera fuerza, el pro kurdo e izquierdista Partido Democrático de los Pueblos (HDP) se oponen firmemente a convertir Turquía en un sistema presidencialista.
El AKP espera concluir el debate y la votación parlamentaria en seis días y poder celebrar un referéndum el 2 de abril, pero el opositor CHP anunció que hará todo lo posible para bloquear el proceso y retrasar las enmiendas.
El AKP y el ultranacionalista MHP tienen 355 escaños en total, 25 más que los 330 necesarios para aprobar la propuesta y llevarla a un referéndum.
Sin embargo, al menos siete parlamentarios del MHP han anunciado ya que votarán en contra de la reforma de la Carta Magna.
En el debate parlamentario, las enmiendas serán debatidas y votadas dos veces y la decisión final se tomará en la segunda vuelta de la votación.
La prensa local informa que si el AKP no consigue aprobar el total de las enmiendas, propondrá elecciones anticipadas.
El líder de la oposición CHP, Kemal Kilicdaroglu, advirtió que si se produce el cambio constitucional "la República de Turquía se convertirá en un Estado partidista. Se configurará según el partido que gobierne".
Mientras el principal diario opositor, Cumhuriyet, tituló ayer en portada "un hombre o la democracia", la policía turca debió emplear carros hidrantes y gas lacrimógeno para dispersar a grupos de manifestantes, entre ellos varios diputados opositores, que protestaban frente al Parlamento contra la instauración del sistema presidencialista.
Miembros de unas 40 agrupaciones de la sociedad civil turca, entre ellas asociaciones de abogados, jueces y varias ONG, se congregaron en los alrededores del edificio del parlamento en Ankara portando pancartas con mensajes que demostraban su descontento con el proyecto, entre ellos: "No al presidente" y "No a una ley dictatorial".
El islamista partido del gobierno Justicia y Desarrollo (AKP), que gobierna con mayoría absoluta el país euroasiático desde hace 14 años. argumenta que el sistema presidencial terminaría con la inestabilidad política, las coaliciones de gobierno y los numerosos cambios de gobierno que, subraya, frenó el desarrollo del país en las últimas décadas.
La propuesta de modificación de la carta magna cuenta también el apoyo de la cuarta fuerza en el Parlamento, el ultranacionalista Partido de Acción Nacionalista (MHP), que espera que paralelamente se imponga una política antiterrorista más estricta, que esa formación considera necesaria debido a los constantes atentados que sufre el país
El principal partido opositor, el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP) y la tercera fuerza, el pro kurdo e izquierdista Partido Democrático de los Pueblos (HDP) se oponen firmemente a convertir Turquía en un sistema presidencialista.
El AKP espera concluir el debate y la votación parlamentaria en seis días y poder celebrar un referéndum el 2 de abril, pero el opositor CHP anunció que hará todo lo posible para bloquear el proceso y retrasar las enmiendas.
El AKP y el ultranacionalista MHP tienen 355 escaños en total, 25 más que los 330 necesarios para aprobar la propuesta y llevarla a un referéndum.
Sin embargo, al menos siete parlamentarios del MHP han anunciado ya que votarán en contra de la reforma de la Carta Magna.
En el debate parlamentario, las enmiendas serán debatidas y votadas dos veces y la decisión final se tomará en la segunda vuelta de la votación.
La prensa local informa que si el AKP no consigue aprobar el total de las enmiendas, propondrá elecciones anticipadas.
El líder de la oposición CHP, Kemal Kilicdaroglu, advirtió que si se produce el cambio constitucional "la República de Turquía se convertirá en un Estado partidista. Se configurará según el partido que gobierne".
Mientras el principal diario opositor, Cumhuriyet, tituló ayer en portada "un hombre o la democracia", la policía turca debió emplear carros hidrantes y gas lacrimógeno para dispersar a grupos de manifestantes, entre ellos varios diputados opositores, que protestaban frente al Parlamento contra la instauración del sistema presidencialista.
Miembros de unas 40 agrupaciones de la sociedad civil turca, entre ellas asociaciones de abogados, jueces y varias ONG, se congregaron en los alrededores del edificio del parlamento en Ankara portando pancartas con mensajes que demostraban su descontento con el proyecto, entre ellos: "No al presidente" y "No a una ley dictatorial".
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