La tragedia se produjo en el Kunhar, una corriente de agua que atraviesa la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, cerca de la aldea de Beesian, una zona turística montañosa a 200 kilómetros al norte de Islamabad.
Este río, profundo y turbulento, es muy apreciado por los aficionados al descenso en aguas bravas.
"La niña intentaba hacerse una selfie junto a la orilla y resbaló", explicó un policía, Arshad Khan.
La madre saltó al agua para tratar de salvarla, pero fue arrastrada por la corriente. "Al ver a su esposa y su hija ahogarse, el padre se lanzó también al agua, corrieron la misma suerte", añadió Khan.
Los cuerpos de la madre y la hija fueron recuperados, mientras que el del padre aún no ha sido encontrado, continuó.
Ambos progenitores eran médicos en la provincia del Punjab y estaban de vacaciones. Tenían otros dos hijos, una niña de nueve años y un niño de seis, presentes durante el accidente. "Ambos están bajo la protección de la administración local y serán confiados a sus parientes en cuanto estos lleguen", precisó.
Un responsable local señaló que las autoridades habían dispuesto carteles desaconsejando aproximarse al río, donde cada año se ahogan varias personas, especialmente turistas.