El tandilense basa su juego en un buen servicio y en una tremenda derecha, de las mejores del circuito junto con la de Stan Wawrinka, pero no pudo imponerlo en el set inicial porque Murray leyó muy bien su saque, neutralizando la primera de sus armas.
El escocés pertenece a una generación de jugadores que defensivos-
ofensivos que encabeza Novak Djokovic. Por eso le jugó preferentemente al revés para forzar el error y trató de moverlo hacia los costados y hacia la red, conocedor de los problemas de traslación del argentino.
El primer set no tuvo un dominador claro, ya que ambos cometieron muchos errores no forzados (19 Del Potro y 17 Murray) y hubo cinco quiebres de saque en 12 games.
Se lo llevó el escocés en una hora y 14 minutos porque cerró mejor un parcial que lo tuvo arriba 3-1 y 4-2, y que el tandilense equilibró con su derecha y con el saque de a ratos. Pero su porcentaje de segundos servicios fue muy bajo.
En el segundo set se vio un Del Potro más suelto. Quebró rápido, jugo más sólido, con menos errores no forzados, y aprovechó esas "lagunas" a las que acostumbra Murray para ponerse arriba 2-0.
Y manteniendo el servicio se llevó el parcial por 6-4 con un derechazo que hizo "estallar" en gritos a los argentinos. Set iguales tras dos horas y 14 minutos de juego.
El tercer set tuvo una bisagra que fue el sexto game. Dos dobles faltas del argentino y un par de malas decisiones le sirvieron el parcial en bandeja a Murray, que quebró dos veces al tandilense para ganarlo 6-2.
Del Potro quebró otra vez rápido en el siguiente parcial y encendió la ilusión. Pero su buen compañero ruta, el servicio, lo abandonó, se sucedieron los quiebres, Murray primero igualó y luego se puso 3-2 arriba.
Momento en que el argentino pidió trainer, desnudando que el cansancio ya era otro adversario.
Paradójicamente, el tandilense sacó fuerzas de donde no las tenía, tomó la delantera, llegó a servir para set, pero el escocés erró poco y además se vio favorecido por un mal fallo de un juez de línea que lo salvó de un quiebre cantado, obligando a repetir un punto que finalmente ganó.
Murray mantuvo su servicio, Del Potro no pudo hacer lo mismo con el suyo y llegó el final. Medalla dorada para el escocés y la plateada y el reconocimiento para la "Torre de Tandil".
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El tandilense basa su juego en un buen servicio y en una tremenda derecha, de las mejores del circuito junto con la de Stan Wawrinka, pero no pudo imponerlo en el set inicial porque Murray leyó muy bien su saque, neutralizando la primera de sus armas.
El escocés pertenece a una generación de jugadores que defensivos-
ofensivos que encabeza Novak Djokovic. Por eso le jugó preferentemente al revés para forzar el error y trató de moverlo hacia los costados y hacia la red, conocedor de los problemas de traslación del argentino.
El primer set no tuvo un dominador claro, ya que ambos cometieron muchos errores no forzados (19 Del Potro y 17 Murray) y hubo cinco quiebres de saque en 12 games.
Se lo llevó el escocés en una hora y 14 minutos porque cerró mejor un parcial que lo tuvo arriba 3-1 y 4-2, y que el tandilense equilibró con su derecha y con el saque de a ratos. Pero su porcentaje de segundos servicios fue muy bajo.
En el segundo set se vio un Del Potro más suelto. Quebró rápido, jugo más sólido, con menos errores no forzados, y aprovechó esas "lagunas" a las que acostumbra Murray para ponerse arriba 2-0.
Y manteniendo el servicio se llevó el parcial por 6-4 con un derechazo que hizo "estallar" en gritos a los argentinos. Set iguales tras dos horas y 14 minutos de juego.
El tercer set tuvo una bisagra que fue el sexto game. Dos dobles faltas del argentino y un par de malas decisiones le sirvieron el parcial en bandeja a Murray, que quebró dos veces al tandilense para ganarlo 6-2.
Del Potro quebró otra vez rápido en el siguiente parcial y encendió la ilusión. Pero su buen compañero ruta, el servicio, lo abandonó, se sucedieron los quiebres, Murray primero igualó y luego se puso 3-2 arriba.
Momento en que el argentino pidió trainer, desnudando que el cansancio ya era otro adversario.
Paradójicamente, el tandilense sacó fuerzas de donde no las tenía, tomó la delantera, llegó a servir para set, pero el escocés erró poco y además se vio favorecido por un mal fallo de un juez de línea que lo salvó de un quiebre cantado, obligando a repetir un punto que finalmente ganó.
Murray mantuvo su servicio, Del Potro no pudo hacer lo mismo con el suyo y llegó el final. Medalla dorada para el escocés y la plateada y el reconocimiento para la "Torre de Tandil".