Es co coordinadora de la Red "Infancia Robada" que lleva adelante la hermana Marta Peloni. Participó de la jornada sobre trata de personas "Conformando Redes" que se hizo en Jujuy, donde compartió la experiencia que desarrollan.
inicia sesión o regístrate.
Es co coordinadora de la Red "Infancia Robada" que lleva adelante la hermana Marta Peloni. Participó de la jornada sobre trata de personas "Conformando Redes" que se hizo en Jujuy, donde compartió la experiencia que desarrollan.
-Esta red se ha afianzado mucho en estos años, una situación proactiva autogestiva ¿Cómo están trabajando a nivel nacional?
-Tenemos 33 Foros distribuidos en distintas localidades del país, muchos en Corrientes, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, en provincia de Buenos Aires hay un par de foros que se durmieron que esperamos poder despertar. En Salta y Jujuy nuestro anhelo es poder armar un foro, porque de alguna manera es la organización de la sociedad civil con distintos referentes comprometida en la visibilización. El gran rol de la sociedad es a veces llamar la atención hacia algunas situaciones que quizás otras personas no la ven o no la pueden ver. Entonces esa es la responsabilidad que uno tiene, articulando con los distintos sectores más allá de las diferencias que puedan existir: banderías políticas, religiosas; es superar con una mirada comprometida la realidad de las violencias que atraviesa nuestro país, América Latina y el mundo entero.
-¿Cuentan con algunas estadística?
-Estamos trabajando en los índices, en el relevamiento de los casos. Lo que pasa en la Red es que está conformada por voluntarios, gente con distintos niveles de formación. Lo complicado es el compromiso y ahí está mi rol duro y exigente hacia la gente, instalar la sistematización, registro. La mayoría de la gente que se suma a una red es porque se compromete en la acción. Es decir es gente que uno le dice: "hay que ir a ayudar a una niña a una adolescente... ¡ahí va!". Ahora si le pido "¡escribí, regístralo y pásame un informe!". ¡Y no! Porque es gente de territorio. Ahora lo que estamos trabajando en estos dos años con otra licencia especializada en metodología de la investigación que nos ayuda Alejandra Barbich, es a sistematizar la experiencia para mostrar la realidad con números objetivos aunque haya una cifra negra, que no sea representativa, pero de alguna manera dar cuenta de esto.
-El trabajo en territorio es fundamental. ¿Cómo están viendo el trabajo en los distintos foros?
-Vemos lo complejo, cómo atraviesa la corrupción a distintos sectores. La red está trabajando mucho, originalmente empezó por la restitución de los derechos de los niños, niñas y adolescentes y hoy tenemos una gran demanda frente a la desaparición de mujeres adultas. Entonces hoy por hoy la red está trabajando mucho en la prevención de las violencias hacia las mujeres. En ese aspecto tenemos congresos nacionales desde el 2012 y este año será en Merlo, es una localidad del Gran Buenos Aires que tiene un alto índice de desaparición de mujeres y hechos de violencia de género. Se dedicarán los dos días de Congreso a trabajar, a repensar, a sistematizar y fortalecer las acciones en relación a la violencia de género sobre todo hacia las mujeres.
-En cuanto a violencia de género, Argentina está teniendo una ruptura de paradigma en cuanto al lenguaje, logro del colectivo de mujeres ¿Cómo ven estas acciones que han generado debate?
-Hay que reconocer que más allá que ya venía el movimiento feminista trabajando fuerte, convengamos que estos últimos 8 o 10 años se profundizó el trabajo, y esto de instalarlos desde el lenguaje desde no hablar no es tema menor. Porque a veces se minimiza, o se hace cierta burla del uso del lenguaje, sólo en género masculino, sino que es instalar la diversidad y la especificidad. En ese sentido esto debe ser contemplado y debemos exigirlo digo también desde el periodismo exigir esta inclusión desde el lenguaje.
-Que es lo que hay que advertir a la sociedad para prevenir esta problemática?
-Hay que revisar patrones culturales de muy temprana edad, hay que incluir aunque moleste la educación sexual en las escuelas. Hay que enseñarles a los niños que pueden decir "no", hay que trabajar en nuestras familias, porque muchas veces somos las mujeres las que replicamos una mirada patriarcal y machista y sostenemos eso. Hay que revisar los modos de crianza que también hemos tenido y empezar a revisar la crianza hacia nuestros hijos es la única manera de frenar y transformar. El cambio no viene de afuera y tampoco tenemos que tener una actitud conformista que es una cuestión cultural. Las culturas se construyen y se deconstruyen y podemos cambiarla dependerá de nosotras. Es un trabajo en red entre todos y con compromiso.
