Recordando el Combate de Tres Cruces de 1817

TILCARA (Corresponsal). Leyendo los partes de guerra que Manuel Eduardo Arias enviara a Martín Miguel de Guemes desde Abra Pampa, a fines de junio de 1817, se deduce que las tropas gauchas se agazapaban entre las tolas y cerros que bordeaban las aguadas para atacar a los realistas que, sedientos, las buscaban para sus animales y sus soldados. Arias dice que mataron a algunos españoles en la Ciénega de Tejada y a otros más en la Laguna de Tres Cruces.
Esto último se entiende que fue el 26 de junio. Luego hubo algunos encuentros más y finalmente las tropas invasoras quemaron aquello que los demoraba en Abra Pampa para acelerar su huida. Así concluyó la tercera invasión realista a nuestra provincia, mientras Belgrano esperaba agazapado en la Ciudadela de Tucumán, San Martín campeaba en Chile y Lamadrid despistaba al enemigo más allá de Tarija.
Este breve hecho de armas entre muchos breves hechos de armas que decidieron la suerte de la guerra, llevado a cabo por tropas irregulares de paisanos contra las imperiales, fue recordado por los trescruceños en el mismo sitio en que se desarrolló, cuando antes se lo hacía en la plaza que lleva por nombre la fecha del combate. Hasta allí se llegaron con sus banderas de ceremonia, con su chocolatada, sus canciones patrias, sus coplas con tonada de invierno y sus palabras alusivas.
Tras la reseña histórica a cargo del Taller de Historia Oral de los Talleres Libres de Artes y Artesanías, el comisionado Fabián Martínez subrayó la importancia de la idea de recordar el hecho de armas donde sucediera, diciendo "que así nos preparamos para el bicentenario de esta batalla tan significativa para nuestro pueblo, porque recuerda a nuestra gente defendiendo nuestra tierra."

TILCARA (Corresponsal). Leyendo los partes de guerra que Manuel Eduardo Arias enviara a Martín Miguel de Guemes desde Abra Pampa, a fines de junio de 1817, se deduce que las tropas gauchas se agazapaban entre las tolas y cerros que bordeaban las aguadas para atacar a los realistas que, sedientos, las buscaban para sus animales y sus soldados. Arias dice que mataron a algunos españoles en la Ciénega de Tejada y a otros más en la Laguna de Tres Cruces.
Esto último se entiende que fue el 26 de junio. Luego hubo algunos encuentros más y finalmente las tropas invasoras quemaron aquello que los demoraba en Abra Pampa para acelerar su huida. Así concluyó la tercera invasión realista a nuestra provincia, mientras Belgrano esperaba agazapado en la Ciudadela de Tucumán, San Martín campeaba en Chile y Lamadrid despistaba al enemigo más allá de Tarija.
Este breve hecho de armas entre muchos breves hechos de armas que decidieron la suerte de la guerra, llevado a cabo por tropas irregulares de paisanos contra las imperiales, fue recordado por los trescruceños en el mismo sitio en que se desarrolló, cuando antes se lo hacía en la plaza que lleva por nombre la fecha del combate. Hasta allí se llegaron con sus banderas de ceremonia, con su chocolatada, sus canciones patrias, sus coplas con tonada de invierno y sus palabras alusivas.
Tras la reseña histórica a cargo del Taller de Historia Oral de los Talleres Libres de Artes y Artesanías, el comisionado Fabián Martínez subrayó la importancia de la idea de recordar el hecho de armas donde sucediera, diciendo "que así nos preparamos para el bicentenario de esta batalla tan significativa para nuestro pueblo, porque recuerda a nuestra gente defendiendo nuestra tierra."