El conservador Partido Popular (PP) volvió a ganar ayer las elecciones generales de España sin una mayoría suficiente para gobernar pero fortalecido, mientras el Partido Socialista (Psoe) resistió en el segundo puesto contra todos los pronósticos, con lo que España sigue en una situación de bloqueo aunque la derecha estaría en mejores condiciones para negociar.
El PP del presidente Rajoy obtuvo 137 bancas, 14 escaños más que el 20 de diciembre, reforzando su posición de cara a las futuras negociaciones, a costa de Ciudadanos, que mantiene la cuarta posición pero se debilita al pasar de 40 a 32 bancas, escrutado 98% de los votos.
Con la mayoría absoluta situada en 176 escaños de los 350 del parlamento, Rajoy necesitaría de la abstención del Psoe de Pedro Sánchez, segundo aunque con 85 escaños frente a los 90 de hace seis meses.
Contrariamente a lo que vaticinaron todos los sondeos previos a la repetición electoral, no se produjo el "sorpasso" (adelantamiento) al Psoe de la coalición de izquierda Unidos Podemos, que lejos de las expectativas generadas quedó en tercer lugar, con 71 escaños.
"Tengo que decir que los resultados no son satisfactorios, teníamos unas expectativas diferentes; nos preocupa la perdida de apoyos del bloque progresista", aseguró Pablo Iglesias, candidato de Unidos Podemos, que fue el primero en comparecer para valorar los resultados..
Podemos, que obtuvo 69 escaños en diciembre, concurrió a los comicios junto con Izquierda Unida (IU), que tenía dos escaños y terminaron sumando exactamente lo mismo.
Las elecciones tuvieron lugar en un contexto de hartazgo y decepción de los ciudadanos con sus dirigentes políticos, que fueron incapaces de formar gobierno tras los comicios de diciembre, que pusieron fin al bipartidismo e inauguraron una etapa más plural, pero al mismo tiempo sumieron al país en un bloqueo político inédito.
Además, los españoles votaron en plena conmoción por la decisión del Reino Unido de dejar la Unión Europea, una noticia que abrió una crisis sin precedentes en el bloque regional, lo que pudo haber influido en los resultados, beneficiando a Rajoy, que explotó el discurso del miedo y pidió a los ciudadanos envíen un mensaje de "estabilidad".
Lo que no parece haber tenido impacto en la votación es el escándalo de conspiración contra dirigentes independentistas catalanes que irrumpió en el final de la campaña y que compromete directamente a Mariano Rajoy y su ministro del interior, Jorge Fernández Díaz.
Al margen de los posibles análisis políticos que sobrevengan a estos nuevos resultados electorales, España quedaría más cerca de un gobierno del PP que de un cambio.
Un nuevo fracaso para formar una coalición de gobierno en este momento sería inasumible, puesto que España sería el único país de la UE sin gobierno y con un gran agujero fiscal en plena transición de la salida del Reino Unido del bloque del la Unión Europea
El PP del presidente Rajoy obtuvo 137 bancas, 14 escaños más que el 20 de diciembre, reforzando su posición de cara a las futuras negociaciones, a costa de Ciudadanos, que mantiene la cuarta posición pero se debilita al pasar de 40 a 32 bancas, escrutado 98% de los votos.
Con la mayoría absoluta situada en 176 escaños de los 350 del parlamento, Rajoy necesitaría de la abstención del Psoe de Pedro Sánchez, segundo aunque con 85 escaños frente a los 90 de hace seis meses.
Contrariamente a lo que vaticinaron todos los sondeos previos a la repetición electoral, no se produjo el "sorpasso" (adelantamiento) al Psoe de la coalición de izquierda Unidos Podemos, que lejos de las expectativas generadas quedó en tercer lugar, con 71 escaños.
"Tengo que decir que los resultados no son satisfactorios, teníamos unas expectativas diferentes; nos preocupa la perdida de apoyos del bloque progresista", aseguró Pablo Iglesias, candidato de Unidos Podemos, que fue el primero en comparecer para valorar los resultados..
Podemos, que obtuvo 69 escaños en diciembre, concurrió a los comicios junto con Izquierda Unida (IU), que tenía dos escaños y terminaron sumando exactamente lo mismo.
Las elecciones tuvieron lugar en un contexto de hartazgo y decepción de los ciudadanos con sus dirigentes políticos, que fueron incapaces de formar gobierno tras los comicios de diciembre, que pusieron fin al bipartidismo e inauguraron una etapa más plural, pero al mismo tiempo sumieron al país en un bloqueo político inédito.
Además, los españoles votaron en plena conmoción por la decisión del Reino Unido de dejar la Unión Europea, una noticia que abrió una crisis sin precedentes en el bloque regional, lo que pudo haber influido en los resultados, beneficiando a Rajoy, que explotó el discurso del miedo y pidió a los ciudadanos envíen un mensaje de "estabilidad".
Lo que no parece haber tenido impacto en la votación es el escándalo de conspiración contra dirigentes independentistas catalanes que irrumpió en el final de la campaña y que compromete directamente a Mariano Rajoy y su ministro del interior, Jorge Fernández Díaz.
Al margen de los posibles análisis políticos que sobrevengan a estos nuevos resultados electorales, España quedaría más cerca de un gobierno del PP que de un cambio.
Un nuevo fracaso para formar una coalición de gobierno en este momento sería inasumible, puesto que España sería el único país de la UE sin gobierno y con un gran agujero fiscal en plena transición de la salida del Reino Unido del bloque del la Unión Europea
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El conservador Partido Popular (PP) volvió a ganar ayer las elecciones generales de España sin una mayoría suficiente para gobernar pero fortalecido, mientras el Partido Socialista (Psoe) resistió en el segundo puesto contra todos los pronósticos, con lo que España sigue en una situación de bloqueo aunque la derecha estaría en mejores condiciones para negociar.
El PP del presidente Rajoy obtuvo 137 bancas, 14 escaños más que el 20 de diciembre, reforzando su posición de cara a las futuras negociaciones, a costa de Ciudadanos, que mantiene la cuarta posición pero se debilita al pasar de 40 a 32 bancas, escrutado 98% de los votos.
Con la mayoría absoluta situada en 176 escaños de los 350 del parlamento, Rajoy necesitaría de la abstención del Psoe de Pedro Sánchez, segundo aunque con 85 escaños frente a los 90 de hace seis meses.
Contrariamente a lo que vaticinaron todos los sondeos previos a la repetición electoral, no se produjo el "sorpasso" (adelantamiento) al Psoe de la coalición de izquierda Unidos Podemos, que lejos de las expectativas generadas quedó en tercer lugar, con 71 escaños.
"Tengo que decir que los resultados no son satisfactorios, teníamos unas expectativas diferentes; nos preocupa la perdida de apoyos del bloque progresista", aseguró Pablo Iglesias, candidato de Unidos Podemos, que fue el primero en comparecer para valorar los resultados..
Podemos, que obtuvo 69 escaños en diciembre, concurrió a los comicios junto con Izquierda Unida (IU), que tenía dos escaños y terminaron sumando exactamente lo mismo.
Las elecciones tuvieron lugar en un contexto de hartazgo y decepción de los ciudadanos con sus dirigentes políticos, que fueron incapaces de formar gobierno tras los comicios de diciembre, que pusieron fin al bipartidismo e inauguraron una etapa más plural, pero al mismo tiempo sumieron al país en un bloqueo político inédito.
Además, los españoles votaron en plena conmoción por la decisión del Reino Unido de dejar la Unión Europea, una noticia que abrió una crisis sin precedentes en el bloque regional, lo que pudo haber influido en los resultados, beneficiando a Rajoy, que explotó el discurso del miedo y pidió a los ciudadanos envíen un mensaje de "estabilidad".
Lo que no parece haber tenido impacto en la votación es el escándalo de conspiración contra dirigentes independentistas catalanes que irrumpió en el final de la campaña y que compromete directamente a Mariano Rajoy y su ministro del interior, Jorge Fernández Díaz.
Al margen de los posibles análisis políticos que sobrevengan a estos nuevos resultados electorales, España quedaría más cerca de un gobierno del PP que de un cambio.
Un nuevo fracaso para formar una coalición de gobierno en este momento sería inasumible, puesto que España sería el único país de la UE sin gobierno y con un gran agujero fiscal en plena transición de la salida del Reino Unido del bloque del la Unión Europea
El PP del presidente Rajoy obtuvo 137 bancas, 14 escaños más que el 20 de diciembre, reforzando su posición de cara a las futuras negociaciones, a costa de Ciudadanos, que mantiene la cuarta posición pero se debilita al pasar de 40 a 32 bancas, escrutado 98% de los votos.
Con la mayoría absoluta situada en 176 escaños de los 350 del parlamento, Rajoy necesitaría de la abstención del Psoe de Pedro Sánchez, segundo aunque con 85 escaños frente a los 90 de hace seis meses.
Contrariamente a lo que vaticinaron todos los sondeos previos a la repetición electoral, no se produjo el "sorpasso" (adelantamiento) al Psoe de la coalición de izquierda Unidos Podemos, que lejos de las expectativas generadas quedó en tercer lugar, con 71 escaños.
"Tengo que decir que los resultados no son satisfactorios, teníamos unas expectativas diferentes; nos preocupa la perdida de apoyos del bloque progresista", aseguró Pablo Iglesias, candidato de Unidos Podemos, que fue el primero en comparecer para valorar los resultados..
Podemos, que obtuvo 69 escaños en diciembre, concurrió a los comicios junto con Izquierda Unida (IU), que tenía dos escaños y terminaron sumando exactamente lo mismo.
Las elecciones tuvieron lugar en un contexto de hartazgo y decepción de los ciudadanos con sus dirigentes políticos, que fueron incapaces de formar gobierno tras los comicios de diciembre, que pusieron fin al bipartidismo e inauguraron una etapa más plural, pero al mismo tiempo sumieron al país en un bloqueo político inédito.
Además, los españoles votaron en plena conmoción por la decisión del Reino Unido de dejar la Unión Europea, una noticia que abrió una crisis sin precedentes en el bloque regional, lo que pudo haber influido en los resultados, beneficiando a Rajoy, que explotó el discurso del miedo y pidió a los ciudadanos envíen un mensaje de "estabilidad".
Lo que no parece haber tenido impacto en la votación es el escándalo de conspiración contra dirigentes independentistas catalanes que irrumpió en el final de la campaña y que compromete directamente a Mariano Rajoy y su ministro del interior, Jorge Fernández Díaz.
Al margen de los posibles análisis políticos que sobrevengan a estos nuevos resultados electorales, España quedaría más cerca de un gobierno del PP que de un cambio.
Un nuevo fracaso para formar una coalición de gobierno en este momento sería inasumible, puesto que España sería el único país de la UE sin gobierno y con un gran agujero fiscal en plena transición de la salida del Reino Unido del bloque del la Unión Europea
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