Pese a los cambios en las lluvias, no afectó ni modificó lo ocurrido en el norte jujeño que está sufriendo una sequía que viene desde 2014, y que en el último verano se agudizó porque en el verano, en que se esperan las lluvias, no hubo precipitaciones.
En La Quiaca, donde se da la única medición representativa de la Puna porque cuenta con una sola estación y cuya media anual es de 335 mm, en 2014 precipitó 272 mm, y en el 2015 se registró una precipitación de 266, justo en el período donde comenzó el fenómeno de El Niño durante el período que debe llover más, de noviembre hasta abril de 2016, donde la marca fue sólo de 106 mm. A esto se suma que se entró en el período de seca estacional, con lo cual se incrementa la sequía estacional.
Además se entra en el período de sequía estacional con lo cual se incrementa este lapso de seca en la árida región, en la que se registraron una tendencia de disminución de precipitaciones, que se suma al período natural de seca, con lo cual se agravará la situación.
Explicó que este año se registraron precipitaciones por debajo de la media, y se sumó que en ese período hubo temperaturas cerca de los valores extremos muy por encima de lo normal, lo que hizo que lo poco que precipitó se fuera por evapotranspiración, que implicó la evaporación del agua del suelo y la transpiración de las plantas.
Además trabajaron en un índice de sequía, cuyas siglas SPI que sintetiza el índice de precipitación estandarizada, que tuvo valores extremadamente bajos; mientras el último valor equivale al índice de sequía extrema.
En La Quiaca, donde se da la única medición representativa de la Puna porque cuenta con una sola estación y cuya media anual es de 335 mm, en 2014 precipitó 272 mm, y en el 2015 se registró una precipitación de 266, justo en el período donde comenzó el fenómeno de El Niño durante el período que debe llover más, de noviembre hasta abril de 2016, donde la marca fue sólo de 106 mm. A esto se suma que se entró en el período de seca estacional, con lo cual se incrementa la sequía estacional.
Además se entra en el período de sequía estacional con lo cual se incrementa este lapso de seca en la árida región, en la que se registraron una tendencia de disminución de precipitaciones, que se suma al período natural de seca, con lo cual se agravará la situación.
Explicó que este año se registraron precipitaciones por debajo de la media, y se sumó que en ese período hubo temperaturas cerca de los valores extremos muy por encima de lo normal, lo que hizo que lo poco que precipitó se fuera por evapotranspiración, que implicó la evaporación del agua del suelo y la transpiración de las plantas.
Además trabajaron en un índice de sequía, cuyas siglas SPI que sintetiza el índice de precipitación estandarizada, que tuvo valores extremadamente bajos; mientras el último valor equivale al índice de sequía extrema.
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Pese a los cambios en las lluvias, no afectó ni modificó lo ocurrido en el norte jujeño que está sufriendo una sequía que viene desde 2014, y que en el último verano se agudizó porque en el verano, en que se esperan las lluvias, no hubo precipitaciones.
En La Quiaca, donde se da la única medición representativa de la Puna porque cuenta con una sola estación y cuya media anual es de 335 mm, en 2014 precipitó 272 mm, y en el 2015 se registró una precipitación de 266, justo en el período donde comenzó el fenómeno de El Niño durante el período que debe llover más, de noviembre hasta abril de 2016, donde la marca fue sólo de 106 mm. A esto se suma que se entró en el período de seca estacional, con lo cual se incrementa la sequía estacional.
Además se entra en el período de sequía estacional con lo cual se incrementa este lapso de seca en la árida región, en la que se registraron una tendencia de disminución de precipitaciones, que se suma al período natural de seca, con lo cual se agravará la situación.
Explicó que este año se registraron precipitaciones por debajo de la media, y se sumó que en ese período hubo temperaturas cerca de los valores extremos muy por encima de lo normal, lo que hizo que lo poco que precipitó se fuera por evapotranspiración, que implicó la evaporación del agua del suelo y la transpiración de las plantas.
Además trabajaron en un índice de sequía, cuyas siglas SPI que sintetiza el índice de precipitación estandarizada, que tuvo valores extremadamente bajos; mientras el último valor equivale al índice de sequía extrema.
En La Quiaca, donde se da la única medición representativa de la Puna porque cuenta con una sola estación y cuya media anual es de 335 mm, en 2014 precipitó 272 mm, y en el 2015 se registró una precipitación de 266, justo en el período donde comenzó el fenómeno de El Niño durante el período que debe llover más, de noviembre hasta abril de 2016, donde la marca fue sólo de 106 mm. A esto se suma que se entró en el período de seca estacional, con lo cual se incrementa la sequía estacional.
Además se entra en el período de sequía estacional con lo cual se incrementa este lapso de seca en la árida región, en la que se registraron una tendencia de disminución de precipitaciones, que se suma al período natural de seca, con lo cual se agravará la situación.
Explicó que este año se registraron precipitaciones por debajo de la media, y se sumó que en ese período hubo temperaturas cerca de los valores extremos muy por encima de lo normal, lo que hizo que lo poco que precipitó se fuera por evapotranspiración, que implicó la evaporación del agua del suelo y la transpiración de las plantas.
Además trabajaron en un índice de sequía, cuyas siglas SPI que sintetiza el índice de precipitación estandarizada, que tuvo valores extremadamente bajos; mientras el último valor equivale al índice de sequía extrema.
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