El "cyberbullying" es más común en chicos jujeños

La problemática del bullying o violencia escolar se extendió con el uso de la tecnología al "cyberbullying" o acoso informático cuya frecuencia genera preocupación y capacitación para docentes de modo que puedan abordarlo y prevenir desde la escuela. La clave para detectarlo es observar cambios de comportamiento en niños o jóvenes, y renuencia a ir a la escuela o malestar durante el cursado. Para afrontarlo: aunar criterios en acuerdo de convivencia y tratarlo con todo el grupo de escolares.

Sobre los tipos de acoso de cyberbullying y las estrategias para hacerle frente el especialista y psicólogo Flavio Garlati, junto a Eliana Brandán, inició el dictado del curso virtual lanzado por la Universidad Nacional de Jujuy (Unju) a través de la Coordinación de Unju Digital. La idea fue brindar herramientas teórico-prácticas para docentes de modo que puedan abordar el cyberbullying comenzando por su detección, análisis, prevención y corrección del problema.

Los participantes, que suelen ser los compañeros del acosado, a veces aparecen como aliados y en el caso del cyberbullyng serían los observadores no participantes de la red (internet) en lugar de los espectadores, con lo cual el nivel de violencia que sufren es mucho más amplio.

A diferencia del bullying, en el acoso ejercido mediante las redes sociales, whatsapp u otras vías similares o cyberbullying se desconoce al acosador y los compañeros de clase constituyen los participantes y suelen ser aliados del acosador, mediante internet constituyen una suerte de cómplices, que responden a sus directivas al reproducir o burlarse de los videos en situaciones ridículas o imágenes retocadas buscando ridiculizarlos. Otras de las formas comunes de acoso que existen son amenazas, insultos, apodos denigrantes y publicación de información, fotos o videos privados.

No obstante, Garlati explicó que puede haber violencia escolar sin ser bullying, ya que el primero por caso puede ser una pelea ocasional de un compañero hacia otro; en tanto en el caso de bullying se plantea la persistencia del acoso hacia una misma persona y los circuitos mencionados: el acosador, la persona acosada, los espectadores y participantes que observan con distintas actitudes: algunos indignados pero sin denunciar y otros fortaleciendo ese tipo de maltrato.

Para que sea cyberbullying es importante que sea entre pares, compañeros, ya que si el acoso es ejercido por un mayor es de otro tipo. Para afrontarlo, las herramientas que plantea en principio diferenciarlos, ver las situaciones que habilita los dispositivos móviles (celulares); del sexting, un neologismo tomado de la lengua inglesa que suma "sex" y "texting" que alude al envío de mensajes con contenido de tipo pornográfico y/o erótico a través de los celulares que también circula entre jóvenes. Y el cyber grooming que es el acoso sexual de menores, ambos considerados delitos y que pese a que una de ellas desemboque en otra, son fenómenos diferentes.

Hay otras modalidades que adquiere el cyber bullying, son casos donde les hackean (irrumpir en) la cuenta de Facebook y a través de la misma se dedican a insultar y decir cosas de sí mismo o que no deben en grupos, que implica suplantar la identidad de otro para denigrarlo.

Otra forma es cuando se suplanta la identidad creando otra cuenta falsa con foto retocadas o bien cuando se viralizan videos de compañeros ridiculizados, filmados en situaciones vergonzosas, que también circulan por whatsapp, o crean grupos de whatsapp para burlarse de alguien, ridiculizarlo o denigrarlo.

Se sugiere además, ante la aparición de algún caso, crear un equipo de intervención que actúe en estas situaciones de cyberbullying, o bullying, que tenga conocimiento de la temática generando una serie de acciones con los padres, articulado con los acuerdos de convivencia donde se establezcan límites o sanciones que den cuenta que no se va a permitir en la escuela.

La problemática del bullying o violencia escolar se extendió con el uso de la tecnología al "cyberbullying" o acoso informático cuya frecuencia genera preocupación y capacitación para docentes de modo que puedan abordarlo y prevenir desde la escuela. La clave para detectarlo es observar cambios de comportamiento en niños o jóvenes, y renuencia a ir a la escuela o malestar durante el cursado. Para afrontarlo: aunar criterios en acuerdo de convivencia y tratarlo con todo el grupo de escolares.

Sobre los tipos de acoso de cyberbullying y las estrategias para hacerle frente el especialista y psicólogo Flavio Garlati, junto a Eliana Brandán, inició el dictado del curso virtual lanzado por la Universidad Nacional de Jujuy (Unju) a través de la Coordinación de Unju Digital. La idea fue brindar herramientas teórico-prácticas para docentes de modo que puedan abordar el cyberbullying comenzando por su detección, análisis, prevención y corrección del problema.

Los participantes, que suelen ser los compañeros del acosado, a veces aparecen como aliados y en el caso del cyberbullyng serían los observadores no participantes de la red (internet) en lugar de los espectadores, con lo cual el nivel de violencia que sufren es mucho más amplio.

A diferencia del bullying, en el acoso ejercido mediante las redes sociales, whatsapp u otras vías similares o cyberbullying se desconoce al acosador y los compañeros de clase constituyen los participantes y suelen ser aliados del acosador, mediante internet constituyen una suerte de cómplices, que responden a sus directivas al reproducir o burlarse de los videos en situaciones ridículas o imágenes retocadas buscando ridiculizarlos. Otras de las formas comunes de acoso que existen son amenazas, insultos, apodos denigrantes y publicación de información, fotos o videos privados.

No obstante, Garlati explicó que puede haber violencia escolar sin ser bullying, ya que el primero por caso puede ser una pelea ocasional de un compañero hacia otro; en tanto en el caso de bullying se plantea la persistencia del acoso hacia una misma persona y los circuitos mencionados: el acosador, la persona acosada, los espectadores y participantes que observan con distintas actitudes: algunos indignados pero sin denunciar y otros fortaleciendo ese tipo de maltrato.

Para que sea cyberbullying es importante que sea entre pares, compañeros, ya que si el acoso es ejercido por un mayor es de otro tipo. Para afrontarlo, las herramientas que plantea en principio diferenciarlos, ver las situaciones que habilita los dispositivos móviles (celulares); del sexting, un neologismo tomado de la lengua inglesa que suma "sex" y "texting" que alude al envío de mensajes con contenido de tipo pornográfico y/o erótico a través de los celulares que también circula entre jóvenes. Y el cyber grooming que es el acoso sexual de menores, ambos considerados delitos y que pese a que una de ellas desemboque en otra, son fenómenos diferentes.

Hay otras modalidades que adquiere el cyber bullying, son casos donde les hackean (irrumpir en) la cuenta de Facebook y a través de la misma se dedican a insultar y decir cosas de sí mismo o que no deben en grupos, que implica suplantar la identidad de otro para denigrarlo.

Otra forma es cuando se suplanta la identidad creando otra cuenta falsa con foto retocadas o bien cuando se viralizan videos de compañeros ridiculizados, filmados en situaciones vergonzosas, que también circulan por whatsapp, o crean grupos de whatsapp para burlarse de alguien, ridiculizarlo o denigrarlo.

Se sugiere además, ante la aparición de algún caso, crear un equipo de intervención que actúe en estas situaciones de cyberbullying, o bullying, que tenga conocimiento de la temática generando una serie de acciones con los padres, articulado con los acuerdos de convivencia donde se establezcan límites o sanciones que den cuenta que no se va a permitir en la escuela.