Los trabajadores bancarios cumplieron ayer una jornada de paro en todo el país para reclamar por una mejora salarial y por la reincorporación de los despedidos, mientras que el gremio advirtió con convocar a una nueva huelga de 48 horas.
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Los trabajadores bancarios cumplieron ayer una jornada de paro en todo el país para reclamar por una mejora salarial y por la reincorporación de los despedidos, mientras que el gremio advirtió con convocar a una nueva huelga de 48 horas.
La Asociación Bancaria recién tendrá la próxima semana una nueva ronda de negociaciones con las cámaras financieras para reclamar un aumento salarial superior al 30% y que se deje sin efecto el despido de 47 trabajadores del Banco Central.
Sergio Palazzo, secretario General de la Bancaria, señaló que "los bancos en sus informes a los clientes les están indicado que según sus estudios se espera para este año un aumento de la inflación de entre el 35 y 40%, y nos ofrecen una mejora salarial por debajo de esa cifra".
El sindicalista señaló que las cámaras empresarias de bancos privados "ofrecieron una mejora del 25% que es inaceptable" y que el resto de las entidades no hizo propuesta alguna.
La medida cumplida este jueves tuvo un alto acatamiento en bancos del microcentro porteño y fue acompañado por una marcha de los trabajadores que encabezó Palazzo.
Delegados y trabajadores se concentraron frente al Banco Central, donde los despedidos realizan desde hace más de tres semanas un acampe de protesta, y desde allí marcharon en movilización por las calles céntricas. En los barrios alejados del microcentro, la medida fue parcial porque algunas entidades atendieron a clientes con personal jerárquico, lo que ocurrió también en algunas entidades del interior. Para la AB la protesta tuvo un acatamiento casi total y afectó también el mantenimiento de cajeros automáticos.