Es común ver a los saleros en las mesas de los jujeños y por eso, en el país y en la provincia se consume en promedio cerca de doce gramos de sal por persona de manera diaria, más del doble de lo recomendado por el sistema sanitario para mantener el equilibro de la salud. Por este motivo, con el lema "Menos sal, más vida", hoy concluye la Semana de Concientización del Consumo de Sal, instituida a fin de reducir su consumo a fin de prevenir enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y renales.
La estimación del consumo de sal en nuestro país es de 12 a 13 gramos por día por persona, mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda no más de 5 gramos al día. Estos datos se reflejan claramente en las costumbres diarias de los jujeños acostumbrados a pedir "más sal" en los restaurantes e incluso en sus mismos hogares.
Si bien se suele recomendar limitar el consumo de sal principalmente en hipertensos, este año el objetivo de la cartera sanitaria nacional es que toda la población limite su consumo, en especial la población infantil, para evitar problemas a largo plazo.
El Ministerio de Salud difundió en este marco, que la reducción de apenas 3 gramos en el consumo diario por habitante evitaría unas 6 mil muertes cada año, ya así se bajará la presión sistólica (la "máxima") en 5 puntos y la presión diastólica (la "mínima") en 2,5 puntos, números que mejoran radicalmente la calidad de vida de personas hipertensas.
En este marco, los objetivos de la campaña son tres. El primero es concientizar a la población sobre la necesidad de disminuir la incorporación de sal en las comidas, el segundo es reducir progresivamente el contenido de sodio de los alimentos y el último es lograr que, quienes elaboran pan artesanal, también puedan disminuir su uso por ser ese el alimento que más consumen los argentinos.
En nuestra provincia, la campaña también estuvo presente y la titular de Enfermedades No Transmisibles de la cartera local, Lidia Lage, explicó que las estadísticas nacionales se replican en la provincia. Por este motivo durante la semana se trató de sensibilizar a la población e informarle que los alimentos de por sí, tienen naturalmente sodio y por tanto no es necesario agregarles más sal al consumirlos.
"Consumimos más del doble del máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud y por eso es importante empezar a reducir la sal antes de que se diagnostiquen enfermedades", enfatizó Lidia Lage.
Entre los principales consejos que emitió la cartera sanitaria se encuentran la eliminación de los saleros de la mesa y en cambio ofrecer sólo un sobre de sal con la medida indicada, incrementar la oferta de alimentos reducidos en sodio o sin sodio, incorporar leyendas en los alimentos para que la población sepa qué cantidad de sal está consumiendo al comprar comida y que los restaurantes ofrezcan en sus menúes sin sal agregada, para brindar más opciones para quienes eligen cuidar su salud.
Problemas cardíacos y renales
La sal está compuesta por sodio en su gran mayoría, y es una sustancia que se obtiene de origen marino o mineral directamente. Un gramo de sal está compuesto por un 60 % de cloro y un 40 % de sodio, y si bien estas sustancias son necesarias para el organismo está comprobado que, en cantidad abundante, pueden provocar daños renales y en el sistema cardiovascular.
La funcionaria del Ministerio de Salud explicó el efecto que el exceso de sodio tiene en los riñones y en todo el sistema renal, ya que la acumulación de ese mineral será mayor. Los residuos se acumulan progresivamente y su exceso hace que los riñones presenten mal funcionamiento a largo plazo.
De este mal funcionamiento renal se derivarán una serie de problemas que acabarán en otros mayores, debido a que al funcionar mal los riñones, todo el sistema depurativo del organismo tenderá a funcionar mal, por ejemplo el organismo tenderá a retener líquidos.
Al aumentar la concentración de líquidos en el organismo, la acumulación de toxinas también será más patente, haciendo que el funcionamiento general del mismo sea mucho peor. La presión arterial aumentará ya que al incrementar los líquidos en el cuerpo la sangre tenderá a bombearse más fuerte y aumentará su volumen, es decir, la sangre se engrosará y con ello pueden aparecer problemas de hipertensión que pueden acabar por causar enfermedades cardíacas como accidentes cerebro vasculares, hinchazón de las extremidades y dificultad para respirar.
En este sentido, Lidia Lage puso énfasis en que reducir el consumo de sal previene radicalmente la hipertensión arterial, una enfermedad que se extiende entre los jujeños, ya que los datos oficiales de la Nación indican que esta enfermedad es padecida por más del 34 % de las personas mayores de 18 años.
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Es común ver a los saleros en las mesas de los jujeños y por eso, en el país y en la provincia se consume en promedio cerca de doce gramos de sal por persona de manera diaria, más del doble de lo recomendado por el sistema sanitario para mantener el equilibro de la salud. Por este motivo, con el lema "Menos sal, más vida", hoy concluye la Semana de Concientización del Consumo de Sal, instituida a fin de reducir su consumo a fin de prevenir enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y renales.
La estimación del consumo de sal en nuestro país es de 12 a 13 gramos por día por persona, mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda no más de 5 gramos al día. Estos datos se reflejan claramente en las costumbres diarias de los jujeños acostumbrados a pedir "más sal" en los restaurantes e incluso en sus mismos hogares.
Si bien se suele recomendar limitar el consumo de sal principalmente en hipertensos, este año el objetivo de la cartera sanitaria nacional es que toda la población limite su consumo, en especial la población infantil, para evitar problemas a largo plazo.
El Ministerio de Salud difundió en este marco, que la reducción de apenas 3 gramos en el consumo diario por habitante evitaría unas 6 mil muertes cada año, ya así se bajará la presión sistólica (la "máxima") en 5 puntos y la presión diastólica (la "mínima") en 2,5 puntos, números que mejoran radicalmente la calidad de vida de personas hipertensas.
En este marco, los objetivos de la campaña son tres. El primero es concientizar a la población sobre la necesidad de disminuir la incorporación de sal en las comidas, el segundo es reducir progresivamente el contenido de sodio de los alimentos y el último es lograr que, quienes elaboran pan artesanal, también puedan disminuir su uso por ser ese el alimento que más consumen los argentinos.
En nuestra provincia, la campaña también estuvo presente y la titular de Enfermedades No Transmisibles de la cartera local, Lidia Lage, explicó que las estadísticas nacionales se replican en la provincia. Por este motivo durante la semana se trató de sensibilizar a la población e informarle que los alimentos de por sí, tienen naturalmente sodio y por tanto no es necesario agregarles más sal al consumirlos.
"Consumimos más del doble del máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud y por eso es importante empezar a reducir la sal antes de que se diagnostiquen enfermedades", enfatizó Lidia Lage.
Entre los principales consejos que emitió la cartera sanitaria se encuentran la eliminación de los saleros de la mesa y en cambio ofrecer sólo un sobre de sal con la medida indicada, incrementar la oferta de alimentos reducidos en sodio o sin sodio, incorporar leyendas en los alimentos para que la población sepa qué cantidad de sal está consumiendo al comprar comida y que los restaurantes ofrezcan en sus menúes sin sal agregada, para brindar más opciones para quienes eligen cuidar su salud.
Problemas cardíacos y renales
La sal está compuesta por sodio en su gran mayoría, y es una sustancia que se obtiene de origen marino o mineral directamente. Un gramo de sal está compuesto por un 60 % de cloro y un 40 % de sodio, y si bien estas sustancias son necesarias para el organismo está comprobado que, en cantidad abundante, pueden provocar daños renales y en el sistema cardiovascular.
La funcionaria del Ministerio de Salud explicó el efecto que el exceso de sodio tiene en los riñones y en todo el sistema renal, ya que la acumulación de ese mineral será mayor. Los residuos se acumulan progresivamente y su exceso hace que los riñones presenten mal funcionamiento a largo plazo.
De este mal funcionamiento renal se derivarán una serie de problemas que acabarán en otros mayores, debido a que al funcionar mal los riñones, todo el sistema depurativo del organismo tenderá a funcionar mal, por ejemplo el organismo tenderá a retener líquidos.
Al aumentar la concentración de líquidos en el organismo, la acumulación de toxinas también será más patente, haciendo que el funcionamiento general del mismo sea mucho peor. La presión arterial aumentará ya que al incrementar los líquidos en el cuerpo la sangre tenderá a bombearse más fuerte y aumentará su volumen, es decir, la sangre se engrosará y con ello pueden aparecer problemas de hipertensión que pueden acabar por causar enfermedades cardíacas como accidentes cerebro vasculares, hinchazón de las extremidades y dificultad para respirar.
En este sentido, Lidia Lage puso énfasis en que reducir el consumo de sal previene radicalmente la hipertensión arterial, una enfermedad que se extiende entre los jujeños, ya que los datos oficiales de la Nación indican que esta enfermedad es padecida por más del 34 % de las personas mayores de 18 años.
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