El presidente de la
Unión Europea (UE),
Donald Tusk, lanzó ayer una fuerte advertencia a todos los migrantes económicos para que no vayan a
Europa y criticó a los países del bloque que tomaron medidas unilaterales para lidiar con la crisis y sólo agravaron el problema.
Pedirá "sanciones" para aquellos países que no cumplen con el "reparto solidario de las cargas" entre los países miembros.
En un agitado día de diplomacia, Tusk visitó Gercia y Turquía, los dos países ubicados en la línea de frente de la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial, y reconoció que el número de personas que buscan llegar a Europa desde el territorio turco permanecían "demasiado elevados".
Con sus visitas a Atenas y Ankara, Tusk buscaba preparar el terreno para una crucial cumbre entre los líderes de la UE y Turquía que se celebrará el próximo lunes y en la que Bruselas espera tomar decisiones concretas para lograr una reducción a largo plazo del flujo de migrantes que escapan de guerras, pobreza o persecución.
El lunes se realizará una cumbre entre los líderes de la UE y Turquía para tomar decisiones concretas en torno al flujo de migrantes.
Luego de reunirse con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, el polaco Tusk advirtió a los migrantes económicos -aquellos que abandonan su país en busca de mejores condiciones económicas, no obligados por guerras- que no tiene sentido viajar a Europa.
"Apelo a todos los migrantes ilegales económicos, de donde quiera que procedan, a que no vengan a Europa, que no crean a los traficantes y que no pongan en peligro sus vidas y su dinero", dijo Tusk, presidente del Consejo Europeo, durante una rueda de prensa conjunta con Tsipras.
Tusk remarcó que "Grecia ya no será más un país de tránsito" y que las reglas del espacio de Schengen, la zona de libre circulación transfronteriza europea -que está al borde del colapso por los controles reintroducidos unilateralmente por varios países para contener la crisis de refugiados- "entrarán nuevamente en vigor".
Tsipras, por su parte, anunció que en la cumbre extraordinaria del próximo lunes pedirá "sanciones" para aquellos países que no cumplen el "principio fundamental" de la UE sobre el "reparto solidario de las cargas" entre sus miembros.
"Esperamos que se reconozca que Grecia no puede asumir sola la carga (de los refugiados). El Tratado de Lisboa contempla el reparto solidario de las cargas. Nosotros cumplimos nuestros compromisos y esperamos sanciones para los que no lo hacen", señaló Tsipras.
Según Tsipras, Grecia ya ha asumido una carga superior a la posible, lo que no ha impedido que sea fiel a los principios arraigados en su cultura de ofrecer ayuda a las personas necesitadas. "Grecia hará todo lo posible por ofrecer ayuda a las personas que lo necesitan. Forma parte de nuestra cultura", ponderó.
Además, calificó de "provocativo" el rechazo de algunos Estados miembros de participar en la reubicación desde Italia y Grecia y en el programa de asentamientos desde Turquía y los países limítrofes de Siria, y emplazó a la UE a aplicar con rapidez lo acordado.
Con ello se refirió al acuerdo el año pasado de la UE de reubicar a 160 mil refugiados desde Grecia e Italia, un compromiso que hasta ahora ningún país ha cumplido.
El primer ministro heleno recalcó que Grecia está cumpliendo sus obligaciones y no solo ha abierto centros de primera acogida en los que se registra a "cada uno" de los migrantes y refugiados que llegan a las islas, sino también está devolviendo a Turquía a centenares de personas a las que se les ha rechazado la solicitud de asilo.
"Además estamos construyendo con rapidez los centros de reubicación y de estancia temporal", añadió.
La rueda de prensa conjunta se celebró como parte de la gira de Tusk por varios países de la denominada ruta balcánica, que continuó en Ankara.
El presidente de la
Unión Europea (UE),
Donald Tusk, lanzó ayer una fuerte advertencia a todos los migrantes económicos para que no vayan a
Europa y criticó a los países del bloque que tomaron medidas unilaterales para lidiar con la crisis y sólo agravaron el problema.
Pedirá "sanciones" para aquellos países que no cumplen con el "reparto solidario de las cargas" entre los países miembros.
En un agitado día de diplomacia, Tusk visitó Gercia y Turquía, los dos países ubicados en la línea de frente de la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial, y reconoció que el número de personas que buscan llegar a Europa desde el territorio turco permanecían "demasiado elevados".
Con sus visitas a Atenas y Ankara, Tusk buscaba preparar el terreno para una crucial cumbre entre los líderes de la UE y Turquía que se celebrará el próximo lunes y en la que Bruselas espera tomar decisiones concretas para lograr una reducción a largo plazo del flujo de migrantes que escapan de guerras, pobreza o persecución.
El lunes se realizará una cumbre entre los líderes de la UE y Turquía para tomar decisiones concretas en torno al flujo de migrantes.
Luego de reunirse con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, el polaco Tusk advirtió a los migrantes económicos -aquellos que abandonan su país en busca de mejores condiciones económicas, no obligados por guerras- que no tiene sentido viajar a Europa.
"Apelo a todos los migrantes ilegales económicos, de donde quiera que procedan, a que no vengan a Europa, que no crean a los traficantes y que no pongan en peligro sus vidas y su dinero", dijo Tusk, presidente del Consejo Europeo, durante una rueda de prensa conjunta con Tsipras.
Tusk remarcó que "Grecia ya no será más un país de tránsito" y que las reglas del espacio de Schengen, la zona de libre circulación transfronteriza europea -que está al borde del colapso por los controles reintroducidos unilateralmente por varios países para contener la crisis de refugiados- "entrarán nuevamente en vigor".
Tsipras, por su parte, anunció que en la cumbre extraordinaria del próximo lunes pedirá "sanciones" para aquellos países que no cumplen el "principio fundamental" de la UE sobre el "reparto solidario de las cargas" entre sus miembros.
"Esperamos que se reconozca que Grecia no puede asumir sola la carga (de los refugiados). El Tratado de Lisboa contempla el reparto solidario de las cargas. Nosotros cumplimos nuestros compromisos y esperamos sanciones para los que no lo hacen", señaló Tsipras.
Según Tsipras, Grecia ya ha asumido una carga superior a la posible, lo que no ha impedido que sea fiel a los principios arraigados en su cultura de ofrecer ayuda a las personas necesitadas. "Grecia hará todo lo posible por ofrecer ayuda a las personas que lo necesitan. Forma parte de nuestra cultura", ponderó.
Además, calificó de "provocativo" el rechazo de algunos Estados miembros de participar en la reubicación desde Italia y Grecia y en el programa de asentamientos desde Turquía y los países limítrofes de Siria, y emplazó a la UE a aplicar con rapidez lo acordado.
Con ello se refirió al acuerdo el año pasado de la UE de reubicar a 160 mil refugiados desde Grecia e Italia, un compromiso que hasta ahora ningún país ha cumplido.
El primer ministro heleno recalcó que Grecia está cumpliendo sus obligaciones y no solo ha abierto centros de primera acogida en los que se registra a "cada uno" de los migrantes y refugiados que llegan a las islas, sino también está devolviendo a Turquía a centenares de personas a las que se les ha rechazado la solicitud de asilo.
"Además estamos construyendo con rapidez los centros de reubicación y de estancia temporal", añadió.
La rueda de prensa conjunta se celebró como parte de la gira de Tusk por varios países de la denominada ruta balcánica, que continuó en Ankara.