Cuando los aires se perfuman de albahaca, el añorado mes de febrero ya se anuncia y la alegría comienza a florecer, los Compadres "Mala Vida" se reúnen para celebrar el esperado reencuentro.
Se olvidan de las distancias y las diferencias para sentarse todos juntos a compartir un rico plato de picante y un buen vino, evocando así los momentos vividos el año anterior y recordar aquellas anécdotas colmadas de alegría unas, y otras de tristeza.
Al ritmo de anatas, quenas, guitarras y bombos, los compadres reafirman el cariño construido en tantos años de amistad. Se divierten, cantan y bailotean, cuentan cuentos, se hacen bromas y salen cubiertos de talco y serpentinas por las calles de la zona sur de nuestra capital, agitando la bandera que identifica a esta agrupación. En su recorrido van cantando: "Ya llegamos los compadres, nos dicen los Mala Vida. Siempre cantando y bailando trayendo mucha alegría..."
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Cuando los aires se perfuman de albahaca, el añorado mes de febrero ya se anuncia y la alegría comienza a florecer, los Compadres "Mala Vida" se reúnen para celebrar el esperado reencuentro.
Se olvidan de las distancias y las diferencias para sentarse todos juntos a compartir un rico plato de picante y un buen vino, evocando así los momentos vividos el año anterior y recordar aquellas anécdotas colmadas de alegría unas, y otras de tristeza.
Al ritmo de anatas, quenas, guitarras y bombos, los compadres reafirman el cariño construido en tantos años de amistad. Se divierten, cantan y bailotean, cuentan cuentos, se hacen bromas y salen cubiertos de talco y serpentinas por las calles de la zona sur de nuestra capital, agitando la bandera que identifica a esta agrupación. En su recorrido van cantando: "Ya llegamos los compadres, nos dicen los Mala Vida. Siempre cantando y bailando trayendo mucha alegría..."
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