Cientos de estudiantes pudieron retornar ayer a clases gracias a la habilitación de un
corredor humanitario que permitió el paso de los jóvenes desde poblaciones venezolanas a
Cúcuta, la ciudad colombiana en la frontera común.
Los alumnos pasaron unas dos semanas sin asistir a sus respectivos colegios en Cúcuta luego de que Caracas ordenó el cierre de la frontera con Colombia en un intento por acabar con el contrabando y reducir los niveles de inseguridad que le atribuye a los grupos paramilitares que operarían en la zona.
"Estamos muy contentos por este regreso de los niños a clase, por este corredor humanitario", manifestó la ministra de Educación colombiana, Gina Parodi, quien viajó a Cúcuta para estar al tanto del proceso.
"Ninguna decisión política puede afectar los derechos de los niños", agregó la ministra.
María Holguín se reunirá con Ban Ki- moon como parte de una ofensiva para dar a conocer lo ocurrido con miles de colombianos.
Los menores y algunos de sus padres, en su mayoría colombianos, llegaron hasta el puente Simón Bolívar, que separa a las dos naciones en este punto de la frontera, en colectivos, cruzaron el paso limítrofe y luego fueron trasladados en vehículos locales hasta sus respectivos colegios.
Algunos de los padres que cruzaron la frontera con los menores relataron a la prensa local que para poder ingresar nuevamente a
Venezuela deben llevar un documento del colegio que demuestre que acompañaban a sus hijos a clases. El permiso también los habilita para recogerlos a la tarde y llevarlos de regreso a casa.
El cierre de la frontera obligó a la salida masiva de colombianos asentados del lado venezolano y desató una crisis diplomática entre las dos naciones que aún no se supera, y que al parecer podría resolverse de concretarse una reunión entre los presidentes Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos.
Entretanto, la canciller colombiana, María Angela Holguín, emprendió ayer un viaje que la llevará a Ginebra y Nueva York para entrevistarse con funcionarios de la ONU.
Cientos de estudiantes pudieron retornar ayer a clases gracias a la habilitación de un
corredor humanitario que permitió el paso de los jóvenes desde poblaciones venezolanas a
Cúcuta, la ciudad colombiana en la frontera común.
Los alumnos pasaron unas dos semanas sin asistir a sus respectivos colegios en Cúcuta luego de que Caracas ordenó el cierre de la frontera con Colombia en un intento por acabar con el contrabando y reducir los niveles de inseguridad que le atribuye a los grupos paramilitares que operarían en la zona.
"Estamos muy contentos por este regreso de los niños a clase, por este corredor humanitario", manifestó la ministra de Educación colombiana, Gina Parodi, quien viajó a Cúcuta para estar al tanto del proceso.
"Ninguna decisión política puede afectar los derechos de los niños", agregó la ministra.
María Holguín se reunirá con Ban Ki- moon como parte de una ofensiva para dar a conocer lo ocurrido con miles de colombianos.
Los menores y algunos de sus padres, en su mayoría colombianos, llegaron hasta el puente Simón Bolívar, que separa a las dos naciones en este punto de la frontera, en colectivos, cruzaron el paso limítrofe y luego fueron trasladados en vehículos locales hasta sus respectivos colegios.
Algunos de los padres que cruzaron la frontera con los menores relataron a la prensa local que para poder ingresar nuevamente a
Venezuela deben llevar un documento del colegio que demuestre que acompañaban a sus hijos a clases. El permiso también los habilita para recogerlos a la tarde y llevarlos de regreso a casa.
El cierre de la frontera obligó a la salida masiva de colombianos asentados del lado venezolano y desató una crisis diplomática entre las dos naciones que aún no se supera, y que al parecer podría resolverse de concretarse una reunión entre los presidentes Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos.
Entretanto, la canciller colombiana, María Angela Holguín, emprendió ayer un viaje que la llevará a Ginebra y Nueva York para entrevistarse con funcionarios de la ONU.